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Imagen de la manifestación. foto: Reuters | vídeo: atlas

El «OTAN, no» solo arrastra a 2.000 nostálgicos en Madrid 40 años después

Unidas Podemos limita su representación en la protesta a Enrique Santiago, líder del PCE y secretario de Estado, y a un puñado de cargos de segundo nivel. La marcha, acto central de la contracumbre, se queda lejos de ser una protesta histórica en vísperas de la cita atlántica

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Domingo, 26 de junio 2022, 12:45

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El grito de «OTAN, no. Bases, fuera» ya solo moviliza a unos cuantos nostálgicos. 40 años después de las grandes protestas contra la entrada de España en la Alianza, el centro de Madrid volvió a acoger este domingo una marcha antimilitarista . Pero la manifestación de la plataforma estatal 'OTAN no', el acto de central de la contracumbre, no fue ni mucho menos multitudinaria. Según Delegación del Gobierno, apenas 2.200 personas secundaron la marcha.

La decisión de Podemos de no movilizar a sus bases para no tensar más la cuerda con el PSOE privó a la protesta de gran parte de su potencial músculo, dejando a Izquierda Unida como único motor político de esta manifestación, que tampoco contó con el apoyo de los grandes sindicatos, que son los que mayor capacidad de movilización tienen siempre.

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Con estas mimbres, la convocatoria, lejos de colapsar el corazón de la capital de España como prentendían la decena de asociaciones menores convocantes, apenas congregó a unos miles de personas para recorrer el centro de la capital (Atocha, Paseo del Prado, Gran Vía y Plaza de España). Los antimilitaristas se quedaron a años luz de de una exhibición de fuerz a a dos días de que comience en Madrid la cumbre atlántica en la que se darán cita entre el 28 y el 30 de junio los líderes de los 30 países de la OTAN y a sus principales aliados. La muchedumbre no llenó ni siquiera los carriles centrales, donde se vio mucho más asfalto que personas.

Despliegue de seguridad

Pese a la tibia respuesta ciudadana, el despliegue de seguridad fue impresionante, más acorde con una final de Champions de alto riesgo que con una protesta pacífica en la que la edad media se acercaba a la jubilación. Centenares de agentes de las Unidades de Intervención de la Policía (UIP, antidisturbios) vigilaron la marcha.

En parte, el gran operativo policial se debió a que a escasos metros de la manifestación antimilitarista tuvo lugar simultáneamente a la 'Marcha en defensa de la Vida y la Verdad', con un perfil de participantes totalmente opuesto a los anti-OTAN, y en la que participaron también varios miles de personas.

La presencia en la manifetación anti OTAN de los colores y las siglas de Izquierda Unida (IU), el Partido Comunista de España (PCE) y las organizaciones anarquistas, los tres históricos colectivos contra la Alianza, se hizo presentes en pancartas y carteles, entre los que no se vieron los logos de Podemos, que, tal y como prometió, tuvo un perfil muy bajo en esta manifestación a la que no asisten ninguno de sus ministros ni cargos de primera fila.

Secretario de Estado

Sí estuvo buena parte de la dirección federal de IU y dirigentes de la formación, como el secretario de Estado para la Agenda 2030 y líder del PCE, Enrique Santiago, la portavoz federal, Sira Rego, los diputados en el Congreso Miguel Ángel Bustamante y Roser Maestro y el europarlamentario Manu Pineda. No se vio al ministro Alberto Garzón, militante del PCE, y cuya presencia en la manifestación fue hasta el último momento una de las principales incógnitas. Santiago, por tanto, fue el miembro del Ejecutivo de mayor nivel que participó en esta protesta contra una cumbre promovida personalmente por el presidente Pedro Sánchez.

Buena parte de la simbología recordó a los años 70 y 80. Las banderas rojas con la hoz y el martillo y las enseñas tricolores republicanas se mezclaron con los puños en altos y los lemas ya históricos de las pancartas pacifistas del siglo pasado: «El petróleo alimenta las guerras», «las guerras siempre las pierden los pueblos» o «lo que mata no protege la vida». Eso sí, las banderas arcoíris del orgullo y carteles como «Ni Putin ni OTAN», parecieron rejuvenecer una manifestación donde fueron mayoría los sexagenarios que en 1982 encabezaron aquellas movilizaciones en contra de la adhesión de España al tratado y que este domingo mostraron orgullosos sus pancartas de «Yayos flautas Madrid, luchamos y lucharemos».

Entre las consignas hubo también críticas a las dos formaciones del Gobierno por la tragedia de la valla de Melilla, de la que responsabilizaron al Ejecutivo por sus acuerdos con Rabat. Lemas como «El Gobierno progresista mata negros en Melilla» o «¿Qué hacen Sánchez y Yolanda Díaz? Matan obreros en Melilla» se escucharon durante toda la marcha, que transcurrió sin incidentes y sin rastro de los temidos antisitema que tanto preocupan al Ministerio del Interior.

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