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Carles Puigdemont. Afp I EP

Puigdemont reclama al Estado que permita la investidura de Sànchez

El expresidente advierte: «Seguiré plantando cara» para «defender el derecho a decidir»

Cristian Reino

Barcelona

Sábado, 7 de abril 2018, 12:33

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El día después de salir de prisión en Alemania, Carles Puigdemont ha pedido un gesto de buena voluntad al Estado español, que pasaría a su juicio por permitir la investidura de Jordi Sànchez como presidente de la Generalitat. En una rueda de prensa celebrada en Berlín, donde tiene previsto instalarse mientras se resuelve el proceso de su extradición, Puigdemont ha emplazado al Gobierno central a cambiar su estrategia para resolver la cuestión catalana de forma política. El expresidente, que se ha presentado ante la opinión pública internacional como presidente catalán en el exilio, ha pedido una «señal de respeto» a los poderes del Estado como sería «no entorpecer» la elección del expresidente de la ANC en el Parlamento catalán. «Invito al Estado a cambiar de estrategia y hacer un primer paso para resolver el conflicto político», ha expresado. Puigdemont ha evitado postularse en caso de que la candidatura de Sànchez no sea posible. Eso sí, no la descartado absolutamente, recordando que su renuncia fue «provisional». Puigdemont reclama al Estado que permita la investidura de Sànchez

Poco después de la rueda de prensa, el presidente de la Cámara catalana, Roger Torrent, ha propuesto de manera oficial a Jordi Sánchez, de JxCat, como candidato a ser investido presidente de la Generalitat. Torrent lo ha propuesto al comprobar, tras la ronda de consultas con los grupos que ha hecho entre el viernes y sábado, que es quien cuenta con más apoyo.

Según Puigdemont, el conflicto catalán debería resolverse por la vía de diálogo. Una negociación, a su entender, que debe tener como premisa que «no haya condiciones previas, pero voluntad de moverse de las posiciones». Puigdemont, que ha mostrado su intención de seguir viviendo en Bruselas (una vez se resuelva la causa alemana), ha advertido de que seguirá «plantando cara» al Estado en defensa del derecho a decidir y la independencia. Eso sí, ha admitido que la secesión «no es la única solución posible» para Cataluña. «Esa es nuestra propuesta, aceptamos que haya otras. Por ello, apelo al Estado a que ponga una propuesta para Cataluña. Nos gustaría verlo e incluso discutirlo», ha asegurado.

Para llegar a esa hipotética solución dialogada entre las dos partes, el expresidente catalán ha abogado por jugar la carta de la mediación internacional. «Siempre he defendido la intermediación internacional. Queremos hablar y negociar y si dos partes son incapaces de hacerlo, es necesario y obligatorio pedir ayuda», ha señalado.

Puigdemont se ha mostrado además esperanzado de que la nueva situación surgida tras el varapalo del Tribunal alemán al Supremo y a Rajoy espero «ayude a forzar el diálogo» con el Gobierno central. «Que las autoridades españolas entiendan que hace falta una solución política en el marco del estado de derecho y de las democracias europeas», ha asegurado.

El expresidente de la Generalitat ha comparecido acompañado de diputados de JxCat y ERC. Sus primeras palabras han sido para denunciar la existencia de «presos políticos» en España y dirigentes en el exilio. A diferencia de ayer, lucía un lazo amarillo en su solapa.

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