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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada a rueda de prensa. Efe / Vídeo: EP

Sánchez recupera el 'café para todos' para que las autonomías culminen la desescalada

Anuncia que pedirá la ampliación del estado de alarma hasta el 21 de junio pero con un régimen de restricciones «mucho más liviano»

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Domingo, 31 de mayo 2020, 14:06

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Café para todos. No habrá distinciones entre comunidades para gestionar el final de la desescalada. Pedro Sánchez anunció este domingo que todos los presidentes autonómicos, cuando sus territorios estén en la fase 3, tendrán la misma capacidad de decisión y las mismas herramientas para poner punto final al régimen de excepcionalidad. El Gobierno central solo se reserva la regulación de la movilidad interterritorial de los ciudadanos.

Sánchez no quiere más disputas entre comunidades, como las que han surgido con la gestión del Ingreso Mínimo Vital concedida al País Vasco y Navarra y negada al resto. A partir de que una autonomía entre en la fase 3 del plan de normalización, su presidente será «la autoridad delegada» y «el máximo responsable» para decidir cómo y cuándo se restablece la vida cotidiana anterior a la pandemia. Podrá determinar si ese tránsito se hace en las dos semanas que establece el estado de alarma, o si lo ralentiza o lo acelera.

El papel del Gobierno central será el de asesorar, no el de resolver, como ocurre con las fases 1 y 2. Su única tarea ejecutiva en la desescalada se limitará a la movilidad entre los territorios de los ciudadanos, con el horizonte de que el 1 de julio haya libertad total de desplazamientos. Sánchez busca de esta manera acabar con los agravios comparativos suscitados con cada progresión de fase y con las particularidades aceptadas en algunos casos.

La vieja fórmula del café para todos acuñada por el ministro de UCD Manuel Clavero para resolver las lagunas del texto constitucional sobre el sistema autonómico, y que tanto desagradó a los nacionalistas vascos y catalanes porque mutualizaba su singularidad histórica, cobra de nuevo vigencia. «Se pasa -subrayó Sánchez- de la cogobernanza a la gobernanza plena de las comunidades autónomas» en la transición hacia la normalidad. Un esquema con el que el presidente del Gobierno intenta también neutralizar las críticas de la oposición, sobre todo del PP, que reclama más protagonismo para las comunidades en la gestión de la pandemia y menos peso del Gobierno central.

Prórroga asegurada

Como estaba previsto, Sánchez anunció en la duodécima conferencia de presidentes autonómicos celebrada este domingo que el Consejo de Ministros aprobará mañana la sexta petición de prórroga del estado de alarma para que se extienda hasta el 21 de junio. Pero será, según adelantó, un régimen de restricciones «mucho más liviano» que los anteriores aunque no precisó en qué consistirá la relajación.

El Congreso la debatirá y aprobará el miércoles porque el Gobierno tiene asegurados, esta vez con suficiente antelación, los votos para que salga adelante. Tras los pactos con el PNV para que la respalde y Esquerra para que se abstenga, los socialistas negocian ahora con Ciudadanos para retener su apoyo. La colaboración de los naranjas está en el alero, y aunque Sánchez apeló a su «responsabilidad y generosidad», está por ver cuál es su decisión porque se consideran incompatibles con Esquerra.

También mantienen conversaciones con los grupos más minoritarios. Solo se quedan fuera de los contactos del Gobierno «los que ya han rechazado la prórroga», PP, Vox, JxCat y la CUP. Aunque Sánchez les instó a revisar su posición porque «se necesitan quince días más» para asegurar el éxito de la desescalada, y en esa tarea no deben primar los intereses partidistas sobre los generales.

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