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Davo anota el segundo gol de su cuenta ante el Rayo Majadahonda. Arnaldo García

El destino se la devuelve a Davo, extremo del Real Avilés

El extremo del Real Avilés se resarció de su sequía goleadora esta temporada con dos tantos en la final que le dedicó a su futuro hijo

Alberto Santos

Avilés

Jueves, 5 de junio 2025, 16:11

Davo Fernández ya está de vacaciones, al igual que sus compañeros del Real Avilés Industrial. Las celebraciones por el ascenso a Primera RFEF han dado paso a una calma que en su caso no está exenta de cierta tensión, porque queda menos de un mes para que nazca su primer hijo, Gonzalo. A él fueron dedicados los dos goles del mierense al Rayo Majadahonda de la final del sábado, que además de certificar el ascenso, saldaban cuentas con el destino al que se había conjurado por la sequía goleadora durante la temporada.

«La verdad es que fue muy emocionante. Lo había hablado contigo durante la liga, que no merecía los números que llevaba por situaciones que había generado, por momentos, que me tenía guardado algo el destino porque no era normal acabar la temporada sin apenas números», recuerda aliviado.

Aunque metió un gol en la Copa Federación, la mala racha goleadora en la liga de Segunda RFEF no salía de su cabeza. «Llegué hasta a obsesionarme porque en cada jugada pasaba algo, pegaba en uno cuando iba a entrar, pegaba al palo... Lo hablaba con compañeros y les sorprendía, Dios debía tener algo guardado para mí», añadió.

Davo fue uno de los jugadores destacados del Real Avilés en el 'play-off'. «Estuve bien, pero no estuve a mi nivel desde hace dos meses. Este año, si no eran las lesiones, era otra cosa. Estuve con un talón bastante fastidiado. Con el dolor que tenía sabía lo que se jugaba el equipo, me dejé el tipo para jugar, di lo que tenía de mí. Una pena no estar al 100%, a mi nivel más alto», lamenta.

Davo celebra uno de sus dos goles al Rayo Majadahonda. Arnaldo García
El mierense se abraza a su mujer, embarazada de su primer hijo. Arnaldo García
El extremo blanquiazul se acordó de su hijo Gonzalo, a punto de nacer. Arnaldo García

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Sus dos goles fueron celebrados tanto o más por compañeros como Javi Cueto, «porque lo había hablado con ellos, que no podía ser que acabase sin meter un gol, que me lo merecía. Y nada más salir es verdad que tuve la fortuna que otras veces no tenía. En un centro de Soler remato bien y en el segundo intento hacer la del pillo y me sale. Estoy muy contento».

Y después de marcar, el éxtasis en un estadio que parecía más de Primera División con la atmósfera que se había creado. «Fue una pasada, la sensación que te da el campo cuando no hay supletorias, aunque haya mucha gente, es de que no estás arropado, pero el sábado te sentías que estabas en la élite. La gente apretó, veías la emoción de todas las personas y ayudar a hacerlas felices fue algo grande», recuerda con emoción.

Plantilla de nivel

Davo siempre ha defendido la calidad y versatilidad de la plantilla del Real Avilés esta temporada, y el tiempo le ha dado la razón. «Desde el día uno se hizo una plantilla muy buena, de muy alto nivel, y el cuerpo técnico lo mismo, pero es verdad que en la primera vuelta hubo muy mala suerte con las lesiones, y al final a una plantilla eso la merma mucho. Sacamos el tipo y en la segunda vuelta estando todos sabíamos que podíamos hacer algo grande. El míster dijo que podíamos hacer grandes cosas», valora.

El partido del ascenso del sábado fue para el extremo blanquiazul «sin duda, el día más feliz de mi corta carrera. Tuve momentos buenos cuando la primera llamada del Atlético de Madrid, pero a nivel de hacer feliz a la gente, a una ciudad, vivirlo con compañeros, la familia, poder dedicarle a mi mujer el gol, del niño que estamos esperando...».

Davo tiene un año más de contrato y piensa ya en la próxima temporada: «No hay mejor sitio que estar en Avilés, estar en tu casa, soy de Mieres, ver crecer a mi hijo junto a los míos, disfrutar lo que engloba personal y profesionalmente en una ciudad a la que coges cariño, como al club, y vas de la mano de ellos. Es lo que todo el mundo querría».

En cuanto a Primera RFEF, destaca que «se cuida más al futbolista, se puede jugar más, es menos violento, menos de duelos. Hay gente que hasta le puede favorecer más que Segunda RFEF, pero la calidad individual es más alta, los equipos tienen jugadores diferenciales. Al jugador le tiene que motivar al 1.000%, son estadios de nivel, tapetes, disfrutas y ves el fútbol profesional a un paso».

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