La receta de Javi Rozada para salvar al Avilés: «Un 65% de energía y un 35% de fútbol»

Javi Rozada se puso ayer miércoles al frente de la primera plantilla del Real Avilés con el objetivo de cumplir las expectativas del club y salvar la categoría en las dos próximas finales ante el Manchego Ciudad Real. El técnico ovetense dirigió su primer entrenamiento en el Suárez Puerta y posteriormente tuvo ocasión de explicar su fórmula para intentar frenar la caída libre del equipo en las últimas jornadas.

Ante la ausencia de Diego Baeza en la rueda de prensa de ayer, le tocó a Natalia González, directora general del Avilés, hacer el papel de presentadora de Rozada, quien confirmó el proceso de su fichaje desvelado por este periódico. «Fue todo bastante rápido, el lunes por la mañana hubo unos primeros contactos con la propiedad, con Diego, quedamos, nos vimos, hablamos, y me gustó lo que me propuso. Yo siempre tuve claro que este club era un club grande, y más ahora que para mí está bien gestionado. Hay muchísima ilusión dentro del club, están haciendo un esfuerzo muy grande y yo esto lo tengo en cuenta».

Aunque no es una situación agradable, Rozada tiene claro que «yo al final como entrenador poder venir aquí y poder aportar aquí en un momento complicado me enriquece y soy de los que piensa que en la vida estas situaciones te hacen crecer como persona y como profesional».

El técnico ovetense trabaja contrarreloj desde el martes para ponerse al día sobre el Real Avilés. «Es verdad que no vi mucho este año, pero conozco a muchos jugadores y ayer estuve viendo partidos, y por eso no hay ningún problema. Sí es cierto que no los vi en directo, pero tengo el control de la plantilla. Entrené a jugadores de aquí y al final sabía por dónde respiraban», aseguró.

El club argumenta la destitución de Manolo en la necesidad de un revulsivo y la «energía» que, según su propietario, transmite Javi Rozada. ¿Cuánto de energía y cuánto de fútbol hacen falta para solventar la papeleta ante el Manchego? El técnico lo tiene claro: «Creo que ahora es más importante la energía que el fútbol, en esta situación. Sobre todo que se den cuenta de la situación y de que hay mucho que ganar. Parece cuando llegué aquí que el ambiente estaba triste y yo creo que hay muchísimo que ganar. Nosotros tenemos una oportunidad magnífica de quedarnos en esta categoría y, aunque suena mal porque igual el club tenía otros objetivos, es la situación que tocó y hay que afrontarla con garantías. Entonces, ¿porcentaje? Te lo voy a dar. 65% energía, 35% fútbol», respondió a la pregunta de LA VOZ DE AVILÉS.

Rozada llega al Avilés solo y aprovechará el trabajo del resto del organigrama técnico que acompañaba a Manolo hasta ahora. El nuevo entrenador asegura que en el primer entrenamiento de ayer vio a los jugadores «bien, responsabilizados, con ilusión por la situación. He hablado con los capitanes, ellos han sido muy sinceros. Es cierto que yo no quiero hablar de nada del 8 de mayo para atrás, para mí eso no existe. Están convencidos de que esa intensidad, ese compromiso, esa concentración que yo digo siempre en los equipos, es fundamental. Hay que tenerla y tener también mucha cabeza, porque es una eliminatoria a 180 minutos».

En cuanto a los posibles cambios en el once titular que visitará el domingo (12 horas) al Manchego), Rozada adelantó ayer que «voy a intentar poner mi sello y a partir de ahí si hay algún cambio o no, lo veréis vosotros». ¿Cuál es ese sello? El técnico ovetense lo recita sin titubear: «Equipos proactivos, que proponen, que intentan siempre jugar, ir hacia adelante, asentarse en campo contrario..., y que están siempre dando señales para hacer daño al rival. A partir de ahí, soy un enamorado de la presión tras pérdida, creo muchísimo que el fútbol ha evolucionado hacia eso».

Hasta ahí lo que está de la mano de Javi Rozada y de sus jugadores. Pero el técnico no dejó pasar por alto ayer el papel de la afición. «Aquí el año pasado llevó al equipo en volandas, hubo un momento que se estuvo en posiciones intermedias, la afición llenó el estadio y el equipo fue segundo. Es una afición que si le das un poco demostró que te da todo. Se van a sentir orgullosos con el equipo, identificados con lo que verá en el campo», añadió.

Por último, advirtió de que con él «el compromiso va a ser innegociable» e hizo autocrítica a la hora de analizar en qué ha cambiado en los últimos tres años sin entrenar. «Soy una persona más responsabilizada, quizás en mejorar las emociones y otros aspectos en los que quizás fallé como entrenador, pero estoy con más fuerza que antes», concluyó Rozada.