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Un punto y poco más
Los carbayones igualaron al Burgos después de un mal partido en el que el centro del campo no funcionó y condicionó el juego del equipo
El Real Oviedo debe darse por contento con el punto sumado en El Plantío, ya que fue inferior al Burgos, en especial en la ... primera mitad. Los de Bolo no tuvieron la frescura en el centro del campo suficiente para tener el balón y eso le obligó a correr tras él. Tampoco estuvo el equipo atinado en las disputas y careció de intensidad. Pese a todo, al borde del descanso llegó la ocasión más clara de los ovetenses en un disparo de Koba Lein al poste. Uno de los jugadores más destacados fue el portero Tomeu Nadal que tuvo mucho trabajo y lo resolvió con acierto.
La apuesta de inicio de Bolo fue la misma del último encuentro manteniendo a Sergi Enrich en la delantera junto a Borja Bastón y la pareja Montoro-Koba Lein en la medular. También tuvo continuidad Alonso Aceves en el lateral izquierdo.
Sorprendió la salida del conjunto local, con una versión especialmente ofensiva para lo que suele ser habitual en los de Julián Calero, que destacan por su solidez defensiva. Eso propició un mal comienzo de los ovetesenses, enfundados en la 'sacavera'. Sin poder casi salir de su campo, los de Bolo tenían bastante con frenar las embestidas iniciales de los burgaleses, que con la línea de tres centrocampistas formada por Bermejo, Valcarce y Curro, tenían a Tomeu Nadal asediado.
La presión carbayona estaba muy cerca del área y eso suponía un permanente peligro para el portero que tuvo que emplearse un par de ocasiones en lanzamientos de Mourad y Bermejo desde fuera del área. El guion distaba mucho del de la última jornada. Además, cuando el equipo tenía el balón no encontraba ni a Koba Lein, ni a Montoro, por lo que las posesiones eran muy cortas y el Burgos se rearmaba pronto para volver a atacar.
Tampoco aparecían las bandas, donde solo Sangalli le metía algo de intensidad a sus intentos de llegar por la derecha, lo que no era capaz de concluir. Ante eso, el recurso era jugar directo sobre Borja Bastón y Sergi Enrich, pero ninguno de los dos fue capaz de hacerse con ningún balón, lo que tuvo como resultado que Caro estuviera acalorado solo por los 30 grados que caían sobre El Plantío.
El paso de los minutos aplacó algo el ímpetu inicial de los burgaleses, lo que le dio un respiro a los ovetenses, pero solo en defensa. El juego se trasladó a zonas más templadas e intrascendentes del campo, donde los de Bolo, al menos, podían respirar tranquilos por no ver peligrar el resultado.
Burgos C. F.
Caro; Areso (Borja Glonzález, m.66), Córdoba, Grego, Fran García; Atienza, Elgezabal, Curro (Saúl Berjón, m.82), Valcarce (Artola, m-66), Bermejo (Gaspar, m.82); Mourad (Mumo, m.66).
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Real Oviedo
Tomeu Nadal; Lucas, Rodri Tarín, Dani Calvo, Alonso Aceves (Bretones, m.63); Sangalli (Marcelo Flores, m.71), Montoro, Koba Lein (Hugo Rama, m.89), Borja Sánchez (Obeng, m.89); Sergi Enrich (Javi Mier, m.71) y Borja Bastón.
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Árbitro: González Esteban, del Comité Vasco. Mostró tarjetas amarillas a Bermejo, por parte de los locales y al visitante Rodri Tarín.
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Incidencias: 30 grados a la hora del encuentro. Terreno de juego en buenas condiciones. Elguezabal y Borja Bastón fueron los capitanes.
En el aspecto ofensivo estaba desaparecido todo el equipo, Koba no era al que se había visto ser vertical en los anteriores encuentros y Borja Sánchez apenas tocó un par de balones, muy pegado a la banda, donde no logró crear nada de peligro. Tan poco le estaba gustando a Bolo que se hacía su equipo en el campo que antes del descanso ya puso a calentar a Javi Mier, Bretones y Marcelo Flores.
Lo que volvía a estar a buen nivel era el centro de la defensa, donde Rodri Tarín y Dani Calvo estaban inexpugnables, resolviendo cuantos balones volaban al área de Tomeu Nadal
Todo el peligro del equipo ovetense llegó en los dos últimos minutos de la primera mitad, con dos claras ocasiones. La primera en una acción personal de Borja Sánchez, que caracoleó en la frontal y sacó un disparo en el que Caro se tuvo que estirar para mandar a córner. El saque de esquina le cayó a Koba Lein, que con la izquierda estrelló el balón en el poste. Esas dos acciones endulzaron algo una primera mitad agria para los aficionados ovetenses, que sufrían con el juego de su equipo y la fuerza del sol en sus cabezas.
La solución que buscó Bolo en la reanudación fue que Sangalli y Borja se metieran algo más al centro y Koba Lein saliera a recibir a los costados, lo que le permitió al equipo, al menos, empezar a tener el balón. Eso hizo que los azules mejoraran con relación con el primer acto y las fuerzas se igualaron algo más, aunque solo fue en los primeros minutos, en los que Borja Bastón tuvo una clara ocasión que desbarató la defensa en última instancia.
Sin embargo, el equipo se desordenó algo y eso lo aprovechó el Burgos, que tuvo un par de ocasiones claras para adelantarse en el marcador. Bolo dio entrada, pasada la hora de partido, a Bretones por Alonso Aceves y poco después entraton Javi Mier y Marcelo Flores por Sangalli y Sergi Enrich. El técnico buscaba tener más juego en la mediapunta con la movilidad de los dos jugadores que entraron de refresco.
Las cosas no mejoraban nada y el equipo sufría cada vez más con las llegadas del conjunto local, que estaba más metido en el partido, ganaba las disputas y todas las segundas jugadas. Los de Bolo titubeaban mucho y ni siquiera eran capaces de despejar limpiamente algunos balones que acababan en peligro.
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