Calleja busca centro del campo
El técnico madrileño cambió hasta tres veces la línea de creación ante el Racing y no encontró soluciones a los problemas del Oviedo
El centro del campo del Real Oviedo fue la línea más reforzada en el mercado de fichajes recién finalizado. Había que cubrir los huecos que dejaron las salidas de Luismi, Jimmy y Camarasa y para ello llegaron Sibo, Del Moral y Dotor. Tres piezas que deben casar con las que ya estaban –Cazorla, Colombatto y Seoane– y que, de momento, está costando que encajen. Lo sucedido ante el Racing es una buena muestra del trabajo que tiene por delante el técnico Javi Calleja para pone a funcionar a pleno rendimiento la sala de máquinas carbayona y desde ahí que el resto del equipo mejore el rendimiento.
Para las dos primeras jornadas de Liga, el entrenador madrileño no tuvo muchas opciones para elegir. Santi Cazorla llegaba muy justo de preparación después de terminar lesionado la pasada campaña con los problemas del sóleo, que aconsejan mucha precaución con el '8' azul, mientras que Colombatto y Seoane directamente no estuvieron disponibles. En ese escenario, Calleja apostó por juntar a los tres fichajes en la línea de creación. Sibo y Del Moral con un perfil más defensivo y Dotor tratando de llevar la batuta en las tareas ofensivas. El juego no terminó de convencer a nadie. Ni aficionados, ni futbolistas, ni técnico. Pero los cuatro puntos sumados aliviaron la situación. EL más claro a la hora de hablar de la situación fue Dotor cuando se refirió al encuentro de Riazor: «Si hubiésemos perdido, hubiese sido un drama».
Cuando llegó la hora de estrenar la temporada en casa, Calleja anunció un equipo más protagonista con la pelota. El plan para combatir las virtudes de los racinguistas pasaba por tener más el balón y desde ahí someter al rival. La apuesta por Cazorla en el once titular fue una declaración de intenciones en toda regla. Se trataba de que el de Lugo de Llanera se encargase de organizar el juego del equipo y Del Moral se ocuparía de ayudar en las tareas defensivas. Durante el primer cuarto de hora de encuentro todo iba de maravilla. Los azules mandaban y con el gol de Chaira todo parecía encarrilado para una buena noche de viernes.
Apagón azul
De repente, en dos minutos, el equipo encajó dos goles y todo se desdibujó. Calleja esperó al descanso para tomar medidas y metió un triple cambio que dejaba muy a las claras que el plan inicial no había salido a su gusto. Colombatto y Dotor se sumaron a las tareas de creación junto a un Cazorla que recibía refuerzos en la zona ancha. La entrada de Lucas completaba las modificaciones. Aunque Colombatto puso empeño en hacerse con su zona, no terminó de imponerse y al equipo le seguía faltando control en la zona ancha.
Con el cronómetro pesando como una losa y a falta de buen juego, el Oviedo buscó el ataque por acumulación. Un fatigado Cazorla dejó su sitio a Masca y el Oviedo pasó a tener un doble pivote con Colombatto y Dotor, pero tampoco termino de funcionar. El equipo se perdía en la creación y los errores ante la presión de los cántabros se multiplicaban hasta que llegó el 1-3, que mató el encuentro y que apagó un estadio que hasta entonces había creído posible evitar la derrota. Sólo Sibo se quedó sin jugar entre los mediocentros de la plantilla.
El papel de Seoane
Ahora, Calleja espera que Seoane pueda sumar ya sobre el césped y con la recuperación de todos sus efectivos el equipo pueda mejorar su rendimiento en la zona ancha. El madrileño es capaz de aportar en el doble pivote y también en la media punta. El curso pasado, después de un inicio un tanto irregular, consiguió convertirse en indiscutible y ahora aspira a lo mismo.
La plantilla que tuvo a sus órdenes Luis Carrión en la pasada campaña fue catalogada por todos como la mejor con la que contó el Oviedo desde su regreso al fútbol profesional. Tras las salidas de jugadores y el mercado de fichajes recién finalizado, son muchos los oviedistas que ven la actual igual o superior a esa. Calleja se encargó de avivar ese mensaje: «Hay plantillas muy buenas, pero la mía es la mejor». Y José Alberto López, técnico del Racing, ratificó el mensaje: «El Oviedo es un aspirante claro al ascenso directo porque tiene un plantillón».
La tarea de del técnico oviedista es hacer que todas las piezas casen a la perfección y que la sala de máquinas azul carbure como necesita un equipo con los objetivas tan ambiciosos que tiene el Grupo Pachuca para la temporada.
