Una Copa cargada de responsabilidad
El Real Oviedo visita al Ávila esta tarde con diez ausencias del primer equipo y con seis jugadores con ficha del filial
Aparece la Copa del Rey en el calendario de los equipos y para el Real Oviedo llega en uno de los momentos más complejos, en lo que se refiere a disposición de efectivos. Javi Calleja hubiese querido hacer un mayor reparto de esfuerzos, pero las circunstancias le obligarán a echar mano de jugadores que suman muchos minutos en la Liga y que también tendrán que jugar en esta primera ronda. La presencia de seis jugadores con ficha del filial en la convocatoria explica las dificultades que acompañan a los azules en este arranque de competición, pero que nos les resta ni un ápice de responsabilidad.
La nómina de bajas es amplia. Carlos Dotor, Paulino de la Fuente, Carlos Pomares, David Costas y Jaime Seoane figuran en el parte médico. Los problemas en el pubis castigan a los dos primeros y las lesiones musculares confirmadas de los otros tres les dejan fuera de combate. Además, Fede Viñas esperará unos días más para colarse en una citación, lo que tampoco ayuda a mejorar el número de efectivos disponibles.
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Para postre de problemas, las sanciones también afectan. Es la Copa una competición peculiar en este sentido, hasta el punto de que Alberto del Moral se pierde el encuentro por una expulsión por doble amarilla de la temporada 2020-21, cuando defendía la camiseta del Córdoba. Tres campañas más tarde sigue sin poder jugar en la competición por haber militado en un filial. Rahim Alhassane fue expulsado en el torneo de la campaña anterior, con el Recreativo y tampoco podrá jugar en el Adolfo Suárez. Al menos, el Oviedo ha estado atento a estas situaciones que evitan ridículos repetidos en las últimas campañas y que afectaron a equipos tan importantes como el Real Madrid que fue eliminado por una alineación indebida de Cheryshev.
A todos ello se suman los descansos, por decisión técnica, para Aarón Escandell y Santi Cazorla, que también necesita un respiro después de la acumulación de minutos de las últimas semanas.
El once titular que salte al Adolfo Suárez será más parecido de lo previsto al que viene jugando en la Liga. Quentin Braat sí que estará bajo los palos y volverá un partido oficial con el Oviedo diez meses después de haber sido titular en Castalia en la última comparecencia copera de los azules. El galo se pasó el curso anterior eclipsado por Leo Román y Aarón Escandell le ha ganado la partida en lo que va de competición liguera.
Lucas Ahijado también parece tener puesto garantizado en la formación inicial, pero habrá que ver si lo hace en el lateral diestro o en el izquierdo. Sin Pomares, ni Rahim, podría recuperar aquella posición en la que fue usado por Ziganda y jugar a pierna cambiada, estando Lemos en la derecha. La otra opción es que el lateral del Vetusta Adri Lopes juegue en su puesto natural como lateral zurdo.
En el centro de la zaga, parece claro que Jaime Vázquez tendrá minutos, lo que ayudará a dar descanso a Dani Calvo, que suma todos los minutos en la Liga y podría descansar y dejar a Oier Luengo como pareja del juvenil.
En el centro del campo parece fija la presencia de Kwasi Sibo, pero hay que encontrar acompañantes. La lógica apuntaba a Del Moral, pero no puede jugar, lo que hará que Álex Cardero retrase su posición para actuar como cerebro del equipo, una posición que no le es desconocida.
El ataque es la zona que más opciones ofrece. Lo visto en los ensayos previos, apuntan a un dibujo con dos delanteros y los elegidos serían Paraschiv y Masca. El rumano, que estrenó su cuenta anotadora en el triunfo ante el Mirandés, afrontará su primera intervención como titular en el once azul, y el portugués está viviendo una temporada compleja, sin apenas participación, no en el frente del ataque, ni tampoco en las bandas, por lo que el encuentro cobra una especial relevancia para él. En las bandas, Ilyas Chaira apunta al banquillo y Hassan, Sebas Moyano y Santi Miguélez aspiran a las dos plazas de titulares en los flancos.