El futuro de los videomarcadores del Tartiere sigue en el aire
Los informes técnicos emitidos desde el Consistorio advierten de la posibilidad de exigir la retirada en cualquier momento si no se cumplen las medidas de seguridad
Chisco García
Oviedo
Jueves, 11 de enero 2024, 00:57
La remodelación que vivió el Carlos Tartiere el pasado verano fue celebrada por el club, los aficionados e incluso por el propietario de la instalación, el Ayuntamiento de Oviedo. Apenas cuatro meses después de su conclusión las partes están más enfrentadas que nunca y el futuro de los videomarcadores está más en el aire que nunca debido a la falta de ejecución de unas obras exigidas por los técnicos municipales para garantizar la seguridad de la cubierta del estadio que es la que soporta el peso de los nuevos aparatos.
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Cuando el Oviedo solicitó los permisos pertinentes para cambiar la iluminación, la megafonía, instalar a 'U' televisiva y poner los nuevos marcadores, los técnicos municipales advirtieron de la necesidad de acometer unas mejores sobre la cubierta del estadio que garantizasen la seguridad, sobre todo en la época invernal cuando la nieve puede acumularse en una zona del estadio que podría no soportar ese peso. El coste estimado de esas intervenciones se mueve entre los 150.000 y los 200.000 euros y el Oviedo no parece dispuesto a asumirlo.
El Oviedo instaló los nuevos equipamientos y el pasado 3 de noviembre solicitó al Consistorio ampliar el plazo para llevar a cabo esas obras y tener de margen hasta el 15 de agosto de este año para tenerlas concluidas. El área de gestión de patrimonio consistorial dio respuesta negativa a la petición azul basándose en que no se aportaba informe de las obras solicitadas y no había constancia de que se hubiesen puesto en marcha; porque el invierno y las posibles nevadas suponían una amenaza clara de la seguridad; además se anuncia un deterioro de la estructura que podría obligar al cierre de la instalación; tampoco se consideran causas sobrevenidas las aportadas por el Oviedo y finalmente porque dichas obras ni habían comenzado cuando pidieron la ampliación de plazo. Amparados en estos argumentos, desestimaron ampliar los plazos solicitados por el Oviedo.
Orden de desmontaje
El 15 de diciembre era la fecha fijada por el ayuntamiento para que el club desmontase los equipamientos ante la falta de las obras. Un día antes el Oviedo contacta con el Consistorio para asegurar que tenía adjudicadas las obras requeridas, pero que había retrasos por cuestiones ajenas y pedían una nueva prórroga. Ante la imposibilidad de facilitar esa moratoria, el Ayuntamiento sí accedió a suspender provisionalmente el desmontaje de los aparatos, pero dejando abierta la puerta que ante cualquier incidente se deberían llevar a cabo de forma subsidiaria.
El 28 de diciembre, el Oviedo remite un nuevo escrito en el que solicitan dejar sin efecto la obligación de tener ejecutadas las obras exigidas al 75% y nuevamente ofrecían una serie de motivos que les habían impedido desarrollarlas al ritmo previsto. El ayuntamiento rechaza lo expuesto por el club y muestra su asombro por el hecho de que no hubiesen cumplido con los plazos previstos y lo confrontan con la celeridad que tuvieron para instalar los marcadores.
Todos estos desencuentros desembocaron en las acusaciones vertidas por el presidente oviedista, Martín Peláez, de falta de diligencia por parte de los responsables municipales en los asuntos relacionados con el Oviedo, no sólo en este episodio de los vídeo marcadores sino también en los trámites de la ciudad deportiva o en los accesos al estadio Carlos Tartiere. La distancia ha ido creciendo en las últimas semanas, con desencuentros notables, como la ausencia del equipo municipal en la fiesta de cumpleaños del dirigente azteca a la que habían confirmado la asistencia y que posteriormente declinaron y que molestó de forma especial a Peláez. Los caminos podrán volver a unirse, pero quedan cicatrices que serán complejas de restañar completamente. El próximo intento de limar asperezas está previsto para mañana cuando ambas partes podrían mantener una reunión con el fin de aclarar los temas que están generando fricciones que amenazan con cronificarse.