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Real Oviedo | El equipo vuelve a su esencia
Los jugadores mejoraron el domingo su actitud y elevaron la intensidad lo que les permitió sumar tres puntos claves. El equipo mostró ante el Rayo las virtudes que le habían hecho salir de la zona baja de la tabla
RAMÓN JULIO GARCÍA
OVIEDO.
Martes, 3 de diciembre 2019, 03:38
Lo primero que queda después del una victoria como la que consiguió el Real Oviedo el pasado domingo ante el Rayo Vallecano, son los tres puntos que sirven para salir de los puestos de descenso. Sin embargo, casi tan importante como eso es la sensación de que el equipo recuperó la identidad de los primeros partidos de Javi Rozada.
La pasada semana estuvo marcada por el diálogo entre el técnico y los jugadores, un trabajo centrado en lo anímico, que tuvo traslado al campo. Los azules fueron el pasado domingo un equipo que no dio un balón por perdido, que volvió a ganar segundas jugadas, que presionó bien a un rival que suele gestionar la posesión y también recuperó una de las virtudes que más rendimiento le han dado: la velocidad en las transiciones entre defensa y ataque.
Esta semana todos los esfuerzos estuvieron centrados solo en preparar el encuentro, conscientes de la importancia de lograr tres puntos que les acerquen al objetivo de la salvación. En el entorno del equipo ya no se piensa en otras metas que el siguiente partido, algo que no sucedió tras la anterior buena racha que había sacado a los carbayones del fondo de la clasificación.
«Fue el equipo de otras jornadas», reconoció el propio Rozada. Los azules volvieron a ser conscientes que en cada balón se jugaban la vida, lo que permitió someter a un rival que en muchas fases se asemejó al Real Oviedo de los mejores momentos del campeonato.
Las cuestiones extradeportivas, el mercado de invierno y otros agentes externos que supusieron una distracción en otras jornadas, quedaron aparcadas y el grupo estuvo más aislado durante la semana, en la que también hubo una importante ración de autocrítica, por parte del técnico, que llegó a decir que los cinco encuentros precedentes fueron un «desastre» y por los jugadores que asumieron su parte de responsabilidad en la situación.
El equipo fue más valiente, como el preparador reclamó en la sala de prensa del estadio de Gran Canaria, y también el mensaje que lanzó con los cambios, sobre todo, al introducir a Obeng y pasar a con dos delanteros, calaron en los que estaban en el campo que mantuvieron la intensidad hasta el final.
Una prueba de que el equipo cambió su actitud es lo sucedido tras el empate del Rayo Vallecano. El partido estaba de cara desde el primer minuto y se torció por un error claro de Arribas y entonces surgieron algunos momentos de duda. Luego el propio defensa se rehizo y también el resto del grupo, que en la segunda mitad mandó en el partido hasta que logró el gol del triunfo y después supo mantener el resultado en los otros diez minutos que se jugaron.
Todo ello redundó en que el técnico reconociera al final que la victoria «significa mucho» en clara referencia a que se confirmaba que ese es el camino para seguir logrando triunfos.