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Tras el encuentro, el entrenador del conjunto ovetense, Vejko Paunovic, expresó su satisfacción por la victoria, pero no por ello dejó de subraya algunos aspectos que no le gustaron del partido. Su propósito, aseguró, es trabajar para solventarlos en el tramo final de la competición. De momento, su Real Oviedo está «a tiempo de todo», en alusión al ascenso directo, a un punto a la espera de lo que ocurra en los enfrentamientos dominicales.
El entrenador serbio considera que la primera victoria a domicilio «tiene múltiple valor». «No hay que quedarnos con esto, pero conseguir dos victorias seguidas da muchísima confianza al equipo», destacó. La conclusión más optimista que saca es que «quedan cuatro partidos y todo es posible», indicó respecto a las opciones del equipo con el ascenso directo. «Nadie tiene permiso para celebrar, sí para estar contento», apostilló.
El técnico sigue trasladando un mensaje ambicioso. «Siempre se puede mejorar y tenemos que trabajar dónde están los puntos de mejora», indicó aludiendo especialmente a la jugada que costó el 1-2.
A la hora de hacer valoraciones sobre el partido y su desarrollo se refirió al trabajo de Cazorla, sobre el que dijo: «Nos ayudó muchísimo con su criterio con balón y su manejo del escenario. Con uno más fue muy importante para no precipitarnos y para dar tiempo a encontrar los huecos en el rival». A este respecto celebró la capacidad del capitán, «porque entendió muy bien lo que requería el partido y el equipo también». «Su experiencia nos va a dar mucho criterio de juego», añadió.
A la hora de buscar los defectos del equipo, el entrenador fue nítido: «Hasta la jugada previa del gol dominábamos. No estoy contento con la jugada del 1-2, no nos podemos relajar». Avisa de que deben tener presente siempre que «el rival se juega la vida, como nosotros. Nunca se rendirá y hay que competir hasta el final. Hasta ese momento (la acción del 1-2) lo gestionamos bien. En el primer tiempo marcamos dos goles más, aunque fueron anulados correctamente».
En cualquier caso, lo que no quiere el serbio es que se olvide que «antes de quedarnos con uno más también llegamos» y lo que quiere es que el equipo se recupere para «empezar a preparar el partido contra el Racing».
También se refirió a la expulsión del Huesca a los 20 minutos. Su primer pensamiento era para ver cómo podía sacar tajada de esa ventaja. «Fue importante que Dani Calvo subiese en el último momento, porque teníamos que centrar ya que no podíamos disparar desde lejos. No queríamos perder esos 15 minutos del primer tiempo, queríamos marcar. Dani subió al área y ahí surgió el gol».
Sobre el cambio de Rahim en el descanso del encuentro, aclaró que «tenía amarilla, le dijimos que no hiciese faltas porque el rival llegó al ver que retrocedía. Solo tenía que bloquear centros y no entrar en las disputas. Al descanso decidimos meter a Pomares».
Por el contrario, reconoció que en el caso de Fede Viñas se trata de «la mala noticia de la tarde. Notó una sobrecarga, incluso una sensación en el isquio. Decidimos cambiarlo por seguridad. Tendrá que hacer las pruebas y veremos si hay buenas noticias o menos malas»
Sobre su buena relación con Antonio Hidalgo, detalló que está «muy agradecido a la gente que estaba en Tenerife cuando fui jugador e Hidalgo fue uno de ellos. Me acogió muy bien y gracias a eso tuve una de mis mejores temporadas como futbolista».
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