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La grada donde se ubicaron casi medio millar de aficionados azules en Anduva. LOF

Pena máxima para los seguidores azules

Por Miranda hubo más aficionados del Real Oviedo sin entrada que los que pudieron seguir el partido. Todos lamentaron la ocasión perdida en el penalti

Domingo, 15 de junio 2025, 22:58

La previa del partido fue especialmente cordial entre los aficionados del ambos equipos por las calles de Miranda de Ebro. La inquietud para muchos oviedistas, casi la mayoría de los desplazados, era encontrar una entrada o un sitio para comer. En el estadio hubo casi medio millar de oviedistas, mientras que fuera de Anduva eran otros tantos, o más los que buscaban la fórmula para seguir el partido.

Los ocho autocares de la Aparo partieron a las 7.30 horas de Oviedo y llegaron sobre las 13 horas a Miranda. Pronto se encontraron en las calles más céntricas de la ciudad para compartir una fresca y agradable espera hasta la hora del encuentro. Alguna charanga local confraternizaba con los grupos de aficionados visitantes. En la previa eran muchos los exjugadores del conjunto ovetense que se hacían fotos con los aficionados. Entre ellos dos porteros, Esteban acompañado de su hijo Mario, tuvo tiempo para departir con otro exportero azul, Dani Barrio, que en esta ocasión estaba trabajando. El meta condujo uno de los autocares de la afición carbayona hasta Miranda.

Casi dos horas antes del encuentro los aficionados azules se concentraron en la plaza de la República Argentina, para recibir al equipo en su llegada al estadio. Luego se inició el corteo hacia el estadio.

Los menos afortunados tuvieron que regresar al centro de la ciudad en busca de algún local en el que seguir el encuentro por televisión. Muchos exoviedistas que se dejaron ver fueron Álex Arias, o José Luis, lateral derecho que fue compañero de Cervero en el conjunto ovetense y antes de llegar desde Ribadesella pasó por Vitoria para saludar al ahora médico del equipo azul. Tampoco se perdió el encuentro el actual director deportivo del Burgos, Michu, que combinó oviedismo con trabajo en las gradas de Anduva. Fran Garagarza, director deportivo del Espanyol también acudió al encuentro al igual que el portero del Osasuna Sergio Herrera, natural de Miranda y que quiso apoyar al equipo de su ciudad.

A 375 kilómetros, en la capital del Principado, también se vivió con intensidad el duelo. Como es habitual, uno de los epicentros en la que se reunió la afición fue la plaza Pedro Miñor, donde se concentraron muchos seguidores aprovechando que el Ayuntamiento permitió a los locales de hostelería poner pantallas en la calle.

Sufrimiento y mucho lamento. El gol tempranero del Mirandés no alteró la confianza de la afición azul, que esperó un vuelco en el marcador hasta el final. El penalti fue recibido con aplausos, tanto en Miranda como en Oviedo.

Algunos no querían mirar y se tapaban los ojos, ante la tensión del momento. El fallo de Colombatto llevó el pesar a una afición que después del disgusto por la ocasión perdida ya está pensando en llenar el Carlos Tartiere para un día que puede ser histórico para el oviedismo. La gloria le espera.

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