El plan de Cervera ya está consolidado

El resumen de lo sucedido en tierras bercianas lo hizo el propio entrenador en la sala de prensa, tras el encuentro, cuando afirmó que «el plan salió, lo que no salió fue el resultado». Por ello, pese a que el final del encuentro fue desgraciado para los ovetenses, con el gol local y el penalti fallado por Borja Bastón, el gesto del técnico y el tono de sus palabras reflejaba cierta satisfacción por lo que había visto sobre el terreno de juego del estadio de El Toralín.

El calendario ha dejado poco margen al técnico para trabajar en los aspectos del juego que pretende inculcar a los suyos, ya que en el mes que Cervera lleva al frente del equipo ha tenido que afrontar cinco encuentros de Liga y uno de Copa del Rey. En la competición doméstica, los azules jugaron dos encuentros como locales, ante el Málaga y Granada, ambos saldados con victoria y tres como visitantes, en los que perdió contra el Alavés y Villarreal B, mientras que el primer punto a domicilio llegó ante la Ponferradina. Los ovetenses disputaron también un partido de Copa del Rey, el jugado ante la Gimnástica, en el que lograron el pase a la siguiente ronda en la prórroga, con un gol de Sangalli.

Lo que está claro en el equipo azul, desde la llegada de Cervera, es que «la lucha no se negocia», algo que el técnico tiene tatuado en su ideario futbolístico y es el punto de partida para todos sus equipos. Trabajo y evitar errores son las bases en las que se apoya el estilo que el técnico también quiere que sea la seña de identidad del Real Oviedo. Defender bien y llevar al rival a zonas donde no puede generar peligro así como usar la velocidad en ataque. Esas son las claves ahora del conjunto azul.

Las muchas ausencias que el equipo ha tenido por lesión han impedido al técnico tener margen de maniobra. En alguno de los encuentros ha contado hasta con ocho bajas, lo que le obligó a tener que improvisar soluciones y disponer de poco margen de maniobra en los cambios.

En lo futbolístico tampoco hay dudas con los planes del técnico. Su sistema de cabecera es el 4-4-2 y de ahí se mueve poco, únicamente puede haber modificaciones en la delantera, donde, en ocasiones, puede optar por un mediaputa y un delantero de referencia.

En la portería el técnico apostó en sus tres primeros partidos por mantener a Tomeu Nadal, que venía jugando con Bolo. Sin embargo, ante el Granada le dio la alternativa al francés Quentin Braat, que jugó los tres encuentros siguientes. El motivo del cambio del guardameta fue la búsqueda de soluciones para los problemas que el equipo estaba teniendo en las acciones a balón parado.

El propio entrenador reconoció que no era muy partidario de este tipo de cambios en la portería, pero quiso dar la oportunidad al joven meta francés, que cometió un error en el partido de Copa, pero que parece se va a asentar bajo los palos en el conjunto ovetense.

En la defensa, el técnico tiene claro que su elección es una línea de cuatro, que no se moverá salvó momentos puntuales, como sucedió en el encuentro ante el Granada, cuando el equipo estaba con diez. En esa situación, la decisión fue retrasar la posición de Luismi para que actuara como tercer central.

En el centro del campo tampoco ha habido muchas sorpresas con Cervera, ya que la línea de cuatro está claramente definada, con dos mediocentros posicionales y dos bandas en las que busca velocidad. Ahí es donde el técnico ha tenido más problemas ya que las lesiones se han cebado en los costados, donde hasta el momento no ha podido contar con uno de los jugadores llamado a ser importante en el equipo, como es Borja Sánchez. Además, también estuvo fuera por lesión Sangalli e incluso Viti se perdió un par de encuentros.

En la delantera también está clara la apuesta, con Borja Bastón como fijo, y alguna duda más en su acompañante, ya que tanto Obeng, como Sergi Enrich han tenido la oportinudad de ser titulares y es una de las dudas habituales en los onces del equipo.