El Real Oviedo no arranca

La derrota del pasado sábado ante el Ibiza fue un claro ejemplo de los problemas que está teniendo el equipo en el inicio de temporada, que se centran en la creación de juego en el centro del campo y la escasa producción ofensiva del equipo. Eso se traduce en que los azules, después de seis jornadas, solo han sido capaces de marcar tres goles, dos de ellos de penalti.

El propio entrenador reconoció tras la derrota ante el Ibiza los problemas que está teniendo este Oviedo, sin poner paños calientes y asumiendo que tienen que trabajar más para cambiar la dinámica que no está siendo buena y que supuso los primeros pitos en el Carlos Tartiere, fruto del descontento de la afición.

«No estamos dando con la tecla ni consiguiendo lo que se nos pide», aseguró el entrenador tras el encuentro, asumiendo que lo que les toca ahora es «apechugar» y seguir trabajando en la busca del camino.

El técnico está buscando soluciones con cambios en el centro del campo, la única zona en la que ha ido probando distintas alternativas. El pasado sábado realizó un cambio en el doble pivote, dando entrada a Jimmy en sustitución de Koba Lein, para acompañar a Montoro, que parece, por ahora, el único insustituible para Bolo. Por el doble pivote también han pasado ya Luismi, Hugo Rama y Javi Mier, pero con ninguna de las combinaciones el equipo tuvo un juego fluido que le permitiera generar peligro,

La apuesta del sábado no dio los resultados esperados y antes de acabar el primer tiempo Bolo ya había puesto a calentar a tres jugadores para un cambio que realizó en el descanso, dando entrada a Koba Lein en sustitución de Jimmy. Eso solo funcionó unos minutos, pero luego llegó el gol del Ibiza y el equipo no fue capaz de reaccionar, aunque tomando muchos riesgos fue capaz de generar algunas ocasiones de gol que no transformó.

Los problemas del equipo los resume el entrenador en un exceso de ansiedad que les hace jugar «muy precipitados y con muchos nervios». A su juicio el equipo carece de tranquilidad y profundidad, los que les está haciendo jugar en muchas ocasiones hacia atrás y permitir que el rival se coloque y le resulte más fácil defender. El resultado es que el equipo tiene posesión, pero estéril, ya que en la mayoría de las ocasiones responde a tener el balón entre los centrales, con pases horizontales que no les permite avanzar metros.

El entrenador buscará que el equipo gane en fluidez en el juego para lo que una de las alternativas podría ser volver al dibujo de las primeras jornadas, con la entrada de un mediapunta, que podría ser Marcelo Flores o Javi Mier, pero eso supondría volver a jugar con una única referencia ofensiva, que sería de Borja Bastón, con lo que Sergi Enrich se quedaría de inicio en el banquillo, salvo que le buscara acomodo en un costado, una posición en la que ya le utilizó en alguna ocasión en Ponferrada.