Enrich: «Lo que puedo asegurar es que sudaré la camiseta»
El ariete, que coincidirá de nuevo con Borja Bastón, Tomeu Nadal y Dani Calvo, firma un año con opción a otro más en caso de ascenso: «si entran los goles mejor, pero no me marco cifras: lo que garantizo es trabajo»
Bolo ya tiene a Sergi Enrich, y el ariete ya tiene un lugar donde prolongar las buenas sensaciones que recuperó junto al técnico vizcaíno en ... El Toralín. Así lo explicó el propio delantero en su presentación, en la que reconoció la importancia que tuvo en su fichaje un técnico que le insistió desde el principio con venir al Real Oviedo. «Tengo muy buena relación con Bolo, me gusta mucho su manera de trabajar y el día a día es muy importante para mí. Le debo el haberme ilusionado de nuevo con el fútbol el año pasado, y desde que fichó me dijo de irme con él», aclaró el propio jugador.
Enrich no se quiso marcar ninguna cifra de goles, pero sí garantizó a la afición que entrega no va a faltar por parte de un futbolista que pone por delante el trabajo a las cifras. «Si entra el gol, mucho mejor, pero no me marco un número concreto de goles. Lo que puedo asegurar es trabajo porque lo doy todo siempre en el campo: puedes marcar o no luego, pero es importante para mí trabajar y sudar la camiseta que defiendo», aseguró el balear.
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Enrich, que firma un año con opción a otro en caso de ascenso, dio valor también a un vestuario en el que sabe ya que «hay un grupo humano espectacular». Esa «buena base del año pasado» la conoce como rival, pero también desde dentro, ya que en el vestuario azul tiene a tres ex compañeros -Tomeu Nadal, Dani Calvo y Borja Bastón- con los que ha hablado de ello durante estas últimas semanas.
Sobre todo con un Bastón con el que volverá a formar ataque -además de con Obeng- y con el que brilló en el Eibar en un año en el que marcaron 27 goles en liga entre ambos. «Recuerdo aquella temporada con Bastón, en la 2015-2016. Fue espectacular, y desde entonces siempre mantuvimos el contacto. Ojalá podamos dar muchas alegrías juntos al Oviedo, porque vengo aquí a trabajar e intentar hacerme un sitio, pero sobre todo a hacer algo bonito», comentó el propio jugador.
El ariete carbayón confía en coger el ritmo lo antes posible y no se mostró preocupado por llegar casi tres semanas después que el resto: «conozco al cuerpo técnico, y el año pasado llegué en septiembre y no tuve problema, por lo que dos o tres semanas no serán impedimento».
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