Fórmulas para la salida de Abel Bretones

Anel Bretones es el candidato más claro para ser objeto de un traspaso que genere los ingresos necesarios para tener margen de maniobra en el mercado. El lateral, renovado la pasada temporada hasta 2026, tiene una cláusula de rescisión de tres millones de euros, una cifra importante para el Oviedo, pero asequible para muchos equipos de Primera División y de panorama internacional.

Esta misma semana, Roberto Suárez, director deportivo, reconoció que en la mesa del Oviedo no hay propuestas concretas, pero sí que ha llegado el interés de diversos equipos. Jesús Martínez, presidente del Grupo Pachuca, siempre se ha distinguido por ser un negociador duro en las ventas de sus jugadores y gracias a ello ha conseguido buenos rendimientos. Por eso apunta a exigir la cláusula de Bretones para permitir su salida.

Ese escenario no parece sencillo hoy. El lateral, que cumplirá 23 años el próximo 21 de agosto, tiene un perfil muy demandado y una edad perfecta para convertirse en una apuesta de futuro para los clubes que le pretenden. El problema es afrontar un desembolso de tres millones por un futbolista que apenas presenta una buena temporada en el fútbol profesional.

No recibir la cláusula al completo en un único pago, puede no ser un impedimento para su salida. Al Oviedo ya le empiezan a llegar propuestas que contemplan un pago inferior a la cláusula, con una serie de pagos comprometidos en caso de cumplir ciertos objetivos y un porcentaje en una venta futura. Esta vía, si bien no reporta una solución inmediata, sí puede asegurar superar los tres millones de la cláusula en caso de que el futbolista mantenga la progresión apuntada en la última temporada.

De hecho, la mayor parte de los traspasos que se están cerrando en los últimos mercados apelan a este tipo de fórmulas que satisfacen a ambas partes. El club vendedor renuncia a ingresar una cantidad muy alta en el momento de la venta, pero se asegura seguir recibiendo dinero por un futbolista que deja de estar en su disciplina. Desde el punto de vista de comprador se reducen los riesgos de una inversión muy alta por futbolistas que no están consagrados y por los que pagarían solo en base a un rendimiento demostrado.

Otras vías exploradas por algunos de los clubes es la posibilidad de hacerse con el futbolista a través de una cesión que incluya una opción de compra obligatoria al término de la temporada 2023-24, pero esa vía no solucionaría los problemas del tope salarial de forma inminente, que es lo único que motivaría el desprenderse de Abel Bretones. Sea cual sea el desenlace para Abel Bretones, este no parece que vaya a ser rápido. Los equipos interesados en el langreano aún no han puesto cifran concretas sobre la mesa.