Un Oviedo serio vuelve a ganar

El Real Oviedo logró su segunda vicotira consecutiva al imponerse 1-2 al Extremadura en un partido marcado por la seriedad defensiva y que solo tuvo los dos minutos finales de sufrimiento. Rodri y Sangalli marcaron los goles que dejan a los ovetenses fuera de la zona de descenso provisionalmente.

El once azul presentó dos novedades, una de ellas fue una sorpresa, la presencia en el once de Bárcenas en sustitución de Saúl Berjón. La otra, más previsible, fue la entrada de Christian Fernández en el lateral izquierdo, en sustitución de Mossa.

Los ovetenses entraron bien al partido y pronto se hicieron con el control del juego ante un Extremadura, que solo se dedicaba a buscar a Álex Alegría con balones largos.

Bárcenas inició una jugada en la banda derecha y encontró en el área a Sangalli, que centró sobre la llegada de Luismi, que disparó y el rechace le cayó a los pies a Rodri, que batió a Casto. El árbiro inicialmente anuló la juagda por fuera de juego, pero tras consultar el VAR concedió el tanto. El gol calmó a los ovetenses y revolucionó a los locales, a los que les entraron las prisas.

La precipitación de los locales, que querían buscar la portería de Lunin en pocos pases, era una ventaja para el planteamiento azul, que con las líneas juntas y un buen trabajo colectivo era capaz de no pasar por apuros. Al equipo de Ziganda le faltaba algo de templanza con el balón, para hacer ataques largos y poder llegar a la portería de Casto. Sin embargo, el paso de los minutos les beneficiaba y el partido estaba donde querían.

El partido poco a poco iba entrando en una fase de sopor, sin que ninguno de los dos equipos fuera capaz de pasar del centro del campo. El juego aburría a los expectadores, pero beneficiaba a los ovetenses, que seguían administrando su ventaja en el marcador.

En una de las pocas aproximaciones al área, el conjunto carbayón pudo hacer el segundo. Bárcenas se hizo con un rebote en el área, pero se le acabó echando encima Casto que logró despejar el peligro.

Al descanso se llegó con la ventaja de los ovetenses que aprovecharon una de sus dos ocasiones, pero cuya mayor virtud fue la seriedad defensiva y no conceder ocasiones a un rival, que solo inquietó cuando el balón llegaba a Álex Alegría, pero no lo hacía en muchas ocasiones.

En la reanudación las cosas empezaron más o menos igual que acabó la primera mitad, aunqie el Extremadura gozó de una buena oportunidad en un lanzamiento de falta desde la frontal. La ejecutó Álex Díez, pero Lunin voló para meter la mano junto al palo y mandar a saque de esquina.

Los ovetenses estaban encerrados en su campo a base de los balonazos que el Extremadura mandaba al área. Pero amenazaban cada vez que recuperaban con alguna contra, aunque no acababan de encontrar el último pase al delantero mejor colocado. El primer cambio de Ziganda fue para dar entrada a Ibra en lugar de Ortuño y buscar algo más de frescura en el ataque para aprovechar los contraataques

Sangalli estaba siendo probablemente el mejor de los visitantes, por su entrega velocidad apareciendo por todas las zonas del campo. El donostiarra rubricó su buena actuación con un golazo desde fuera del área al enganchar un balón que le dejó Ibra y colocarlo en la escuadra de la portería de Casto.

Los de Ziganda volvían a sacar provecho de su mayor orden defensivo y de haber entendido mejor el partido que el rival, lo que le llevó a pasar por pocos apuros y crear peligro cada vez que era capaz de dar dos pases.

Con el encuentro completamente de cara los azules empezaron a dormir el partido, con posesiones más largas, ante un Extremadura que poco a poco iba perdiendo la fe en la posibilidad de poder recortar la ventaja y meterse en el partido.

Los minutos finales del encuentro fueron la insistencia local tuvo premio en una dejada de Ález Agreía que Lomotey mandó al fondo de la red, pero no hubo tiempo para más.