Real Oviedo | Impulso hacia los límites del Oviedo

La victoria del Real Oviedo el pasado sábado ante el Extremadura sacó a los azules de la zona de descenso y supuso la segunda victoria consecutiva, tras la lograda ante el Tenerife. Es la tercera ocasión en la que los azules logran este curso enlazar dos victorias. Sin embargo, el equipo tiene la asignatura pendiente dar continuidad a esa racha y sumar nueve puntos seguidos, lo que supondría un impulso en sus aspiraciones de alejarse del peligro.

Las dos ocasiones anteriores en las que el equipo encadenó dos triunfos, sufrió posteriormente rachas negativas, con cinco y seis encuentros sin ganar, respectivamente.

El equipo azul, que parecía muerto tras la derrota ante el Lugo, ha logrado recuperar el pulso y sobre todo, la confianza en sus posibilidades antes de afrontar dos encuentros consecutivos en el Carlos Tartiere, donde recibirá, este sábado, a la Ponferradina y posteriormente al Deportivo de Fernando Vázquez.

La temporada de los carbayones ha estado condicionada por el mal inicio. El equipo no logró su primera victoria hasta la novena jornada de Liga, cuando se impuso al Tenerife a domicilio. Desde entonces, solo en tres ocasiones ha sido capaz de enlazar dos victorias consecutivas. Dinámicas positivas que no han permitido a los azules tomarse un respiro en una clasificación muy apretada. Entre el puesto décimo y el veinte solo hay seis puntos. La mejor prueba de que nadie está libre de meterse en problemas de aquí a final del curso.

La primera vez en la que los azules lograron dos victorias fue tras ganar al Albacete, en el Carlos Belmonte, y luego al Girona en el Carlos Tartiere. Eso parecía que hacía que el equipo fuera a salir de la zona baja de la clasificación. Sin embargo, en la siguiente jornada cayeron ante el Málaga (2-1). En La Rosaleda, el equipo no solo perdió la oportunidad de enlazar tres victorias, ya que además entró en una de las malas rachas de la temporda, en la que estuvo cinco jornadas sin conocer el triunfo.

Tras la derrota en tierras malagueñas, llegó el empate en casa sin goles ante el Almería, una nueva derrota en Huesca (3-1), otro empate sin goles frente al Sporting, para acabar perdiendo después en Las Palmas (3-1). Los ovetenses salieron de la isla en la penúltima posición de la tabla.

Sin embargo, llegó la reacción y el equipo fue capaz, por segunda vez en la temporada de lograr dos triunfos, ante el Rayo Vallecano y Alcorcón, lo que nuevamente le abría la posibilidad de salir de la zona baja. No fue así y en esta ocasión el equipo estuvo seis jornadas sin ganar.

En aquella ocasión, los de Javi Rozada perdieron 0-2 en casa ante el Cádiz, empataron a un gol frente al Racing y Málaga, antes de perder 2-0 frente al Almería, donde debutaron los dos primeros fichajes del mercado de invierno Lunin y Luismi. Mala sensación dejó el empate a un gol ante el Huesca en el Tartiere y las tablas firmadas con polémica en Gerona. En la siguiente jornada los azules ganaron al Albacete.

Ahora, llega la visita de la Ponferradina, que trae malos recuerdos de la primera vuelta, ya que la derrota en el Toralín desencadenó una crisis en la entidad, que provocó una rueda de prensa de urgencia, impulsada desde México para dar explicaciones.

Los de Jon Pérez Bolo llegan al encuentro en una posición cómoda en la clasificación, ya que pese a la derrota del pasado domingo ante el Tenerife están en la décima posición de la clasificación, con 40 puntos, cinco más que los ovetenses, por lo que una victoria de los de Ziganda les acercaría a dos puntos.

Los bercianos son hasta el momento el peor equipo como visitante, ya que solo han logrado ganar dos encuentros a domicilio, mientras que empataron cinco y perdieron ocho.

Sin embargo, las cosas no van mucho mejor a los ovetenses como locales, ya que son el cuarto peor equipo esta temporada. Los carbayones únicamente han logrado ganar cuatros encuentros hasta ahora ante sus aficionados.