El Real Oviedo, un líder de verdad

La única novedad que presentó el once de los ovetenses fue la presencia de Hassan en la banda derecha del centro del campo, en sustitución de Álex Cardero. El resto fueron los mismos que habían ganado al Albacete el pasado domingo.

El Burgos salió dispuesto a hacer valer su condición de local y demostrar que sus últimos resultados no fueron una casualidad. A los dos minutos Aarón tuvo que ser decisivo para mandar a córner un remate de Atienza. Los ovetenses no le pillaban el aire al partido.

Estaba claro que Ramis le estaba ganado la partida a Calleja y el Burgos tenía el partido donde lo quería. Los azules eran capaces de dar dos pases seguidos y no salían de su campo, mientras que los locales cada vez llegaban con más peligro y rondaban el gol.

Los ovetense hacían agua por el costado izquierdo de la defensa, pero también tenían problemas por el centro para frenar las acometidas que iniciaba Curro, secundado por Álex Sancris y por el exoviedista Borja Sánchez. Los minutos pasaban y el equipo azul no era capaz de levantarse de la lona.

La presión del Burgos no permitía salir con el control del balón y hacer esos ataques posicionales que el viernes había explicado el entrenador eran una de las claves de la solidez defensiva de las últimas jornadas y por ello de los buenos resultados.

Hassan y Chaira desaparecidos y apenas eran capaces de aparecer para generar algo de peligro con un argumento que hasta ahora había sido importante para los ovetenses. Al final la insistencia de los locales tuvo su premio.

Un centro de Álex Sancris desde la banda derecha lo remató al fondo de la red Borja Sánchez sin que Aarón pudiera hacer nada para evitar el gol. El ovetense volvía a cumplir la la ley del ex y adelantaba de forma merecida a los castellanos.

El golpe pareció hacer despertar a los ovetenses, que tuvieron un arrebato para lograr empatar el partido. Una internada de Chaira por la izquierda acabó en un centro de Seoane al área, donde Alemao se adelaltó a todos para cabecear al fondo de la red e igualar un partido que estaba más complicado por lo que se veía en el campo que por el marcador que era lo mejor.

En el descanso estaba claro que las cosas no le estaban gustando a Calleja que hizo dos cambios. Sebas Moyano entró por Hassan, por lo que Chaira pasó a la derecha, mientras que Sibo remplazó a De La Hoz.

El equipo azul cortó la hemorragia del primer tiempo y empezó a tener algo más de control del juego. No era brillante, pero el Burgos ya había pasado a estar a merced de los ovetenses. Además, en un saque de esquina llegó el segundo gol. Un defensa tocó hacia atrás y el balón llegó al segundo palo, donde Dani Calvo solo tuvo que empujar para adelantar a los ovetenses en el marcador y poner de cara un encuentro que en el primer tiempo parecía bastante complicado.

Con el resultado a favor, Javier Calleja optó por cambiar el sistema y pasó a jugar con cinco centrales, ya que Oier Luengo entró por Seoane. No fue el único paso atrás de los ovetenses, ya que después entró Portillo por Chaira para tratar de tener más control del juego.

El partido empezó a estar donde querían los ovetenses que con el alivio de haberse puesto por delante con más pegada que juego empezaban a saborear los tres puntos y la posibilidad de acceder a los puestos de ascenso directo.

El Burgos, que había empezado muy bien, estaba aturdido y no era capaz de generar ocasiones para acercarse con peligro a la portería de Escandell. Así murió el partido, apenas acercamientos de un Burgos muy bien contrarrestado por la seriedad y solvencia del dispositivo táctico ideado por Calleja, que permite a los ovetenses cerrar el sábado en la primera posición de Segunda.