Real Oviedo | «No hay que hacer una revolución, no hay tiempo y tampoco es el momento»

Tras dirigir tres sesiones de entrenamiento, el técnico del Real Oviedo, José Ángel 'Cuco' Ziganda, sigue tratando de hacerse una idea del grupo. En sus planes, adelanta, no entra hacer una revolución, pero sí incide en la necesidad de implantar una serie de pautas para tratar de mejorar en determinados aspectos del juego. Quedan 14 jornadas y por eso lo de mañana, en Lugo, «no es una final».

El 'Cuco' reconoce que ha tenido que afrontar muchas tareas en poco tiempo y por ello que ha intentado «medir los pasos». «El tiempo es el que es y tampoco venimos a cambiar todo o hacer una revolución; no hay tiempo y no es el momento», subrayó. Su objetivo para el encuentro de mañana es «marcar dos o tres pautas mínimas que queremos interiorizarlas y que se plasmen en el grupo, pero no queremos cambiar todo de la noche a la mañana, entendemos que sería un error».

Otro de los retos es normalizar la situación porque los cambios de entrenador, a estas alturas, entiende que no son cómodos para el equipo, aunque tiene claro que «los jugadores son maduros y expertos, saben que el fútbol funciona así, saben que esto sucede todas las temporadas». Además, ha encontrado a los futbolistas «concienciados de que es un partido contra un rival directo» y también «muy atentos, con mucha predisposición».

El técnico navarro apuesta por aprovechar y respetar las cosas del equipo que le gustan, entre las que destaca que «tenemos jugadores que son expertos y tienen calidad, que interpretan bien diferentes momentos de partido», pero sobre todo lo que se plantea es «centrarme en lo que observe a partir de ahora».

Espera que se vea «un Oviedo que compita bien» y destacó que habrá muchos aficionados en las gradas animándoles que le hace imaginar «un equipo con mucho fervor, con mucho nervio, con ganas de apretar y comprometidos». Para lograr eso es necesario que «no nos atenace esa situación, al revés es para soltarse y dar nuestra mejor versión».

El nuevo entrenador azul considera importante «ser protagonistas», pero deja claro que eso es lo que buscan todos los equipos y él para ello ha tratado de inculcar en estos días «tres o cuatro argumentos en fase defensiva y ofensiva, aprovechando los jugadores que tenemos y a ver si somos capaces de incorporarlas y sacarlas en el campo». Además, no cree que ser protagonista signifique solo tener el balón. «Tener el control del partido me encantaría. El que es superior en ambas fases, defensiva y ofensiva, ese es el que tiene el control del partido», resume el preparador navarro, sin abandonar su semblante serio.

Ziganda volvió a reiterar, como ya hiciera en su presentación, que hay margen para reaccionar: «No soy de vender humo ni de engañar. Pienso que son 14 partidos y que hay mucho tiempo». No obstante, no oculta que la situación no es buena «porque si fuera buena no estaría aquí, soy consciente que el tiempo es el que es, pero hay tiempo de sobra para puntuar y salir de esta situación». Ahora, sus fuerzas se centran en «el entrenamiento diario y en saber qué buscamos para estar más cómodos».

En varias ocasiones durante su intervención, repitió que el duelo de Lugo no es una final. «Mañana no se acaba nada. Si ganas hay que seguir y si no ganas igual. Hay que dar nuestra mejor versión, mayor concentración posible, la mejor versión con pelota, hay que ir con esa mentalidad», subrayó. Respecto a lo que espera del Lugo, el técnico recordó que todos los equipos se creen el centro del mundo y por eso él estos días solo ha visto «partidos de Oviedo y del Lugo, ni me enteré de que había Champions» y sobre los lucenses espera que «saldrán con la moral alta al ganar la semana pasada. Espero un rival complicado, partido igualado y competido».