Rozada arenga a los suyos para subir la moral del equipo

La situación por la que atraviesa el Real Oviedo, la mala racha de resultados acumulados y la pobre imagen ofrecida ante Las Palmas hacen que recuperar el ánimo del plantilla sea una de las claves de la semana para el técnico Javi Rozada, que ayer ya se puso manos a la obra con una charla con los jugadores sobre el campo de entrenamiento.

Una de las malas noticias de la vuelta ayer al trabajo del equipo fue que Saúl Berjón sigue al margen del grupo y no parece que pueda llegar al partido del próximo domingo ante el Rayo Vallecano. Eso sí, en su condición de capitán, ayer conversó durante un buen rato con el entrenador y también tomó la palabra para dirigirse a sus compañeros antes de que se iniciara el entrenamiento.

El equipo saltó al campo para comenzar el trabajo semanal a las cinco de la tarde, pero, antes de que comenzara el entrenamiento, hubo una charla, de unos 20 minutos, sobre el césped, en la que el entrenador arengó a los jugadores. Trató de elevar la moral de los suyos y de convencerlos de que la situación va a cambiar en cuanto enlacen una serie de buenos resultados.

Una de las frases que se escuchó durante la arenga del entrenador fue «el domingo perdimos todos», con la que quiso, entre otras cosas, repartir las responsabilidades de lo sucedido en el estadio de Gran Canaria, donde el conjunto azul distó mucho de ofrecer su mejor versión y nunca dio la sensación de estar cómodo en el campo.

El técnico, en su ánimo de asumir su parte de responsabilidad en lo sucedido, continuó con su discurso: «Si pierdes eres un perdedor. Y no es que vosotros seáis unos perdedores y yo un ganador. No. Yo, con vosotros». Y concluyó con la siguiente afirmación: «Yo no empaté con nadie en mi vida».

Javi Rozada también aprovechó para mandar mensajes positivos y recordar algunos partidos en los que el equipo, independientemente del resultado, ofreció una buena imagen. Por ejemplo, aludió al encuentro que empataron ante el Zaragoza, un rival que llegaba al Carlos Tartiere en su mejor momento de la temporada, sin conocer la derrota hasta entonces.

Durante la conversación, el titular del banquillo azul dijo a los suyos que «el día del Zaragoza marché contentísimo y eso que todavía no habíamos ganado ni un partido en toda la temporada», e insistió en lo satisfecho que le dejó aquel encuentro al afirmar que abandonó el Tartiere pensando «este es mi equipo».

Sobre las cosas que el conjunto azul hizo bien ante el conjunto maño, Rozada aludió al «compromiso y la muchísima concentración». Esas palabras contrastan con las que él mismo pronunció en la sala de prensa del estadio de Gran Canaria el pasado domingo, cuando afirmó que, mientras Las Palmas había salido al campo con intensidad y muy metidos en el partido, ellos no lo habían hecho. También dijo tras el partido que la categoría es para valientes, dando a entender que sus jugadores no lo habían sido en esa ocasión.

El capitán Saúl Berjón también tomó la palabra antes del entrenamiento para dirigirse a sus compañeros, pero lo hizo en un tono más bajo que el técnico, por lo que no trascendió lo que comentó. Luego, cuando el equipo ya había comenzado el trabajo a las órdenes del preparador físico, Alberto Martínez, Rozada y su segundo, Javier Benavides, charlaron co nel jugador un rato sobre el césped en actitud cariñosa y analizando tanto el estado físico del extremo como la situación del equipo, que lleva cinco jornadas sin ganar y ha caído a la penúltima posición de la clasificación. La recuperación de la moral del grupo parece que será uno de los retos de Javi Rozada para esta semana de entrenamientos.