La isla de Gozo se queda sin postal
La Ventana Azul, foto obligada para los turistas en Malta, se suma a la lista de bellezas naturales destruidas por los temporales
J. LUIS ÁLVAREZ
Jueves, 9 de marzo 2017, 16:01
Quienes hayan hecho turismo por Malta seguramente guardarán alguna foto de la llamada Ventana Azul, el monumental arco natural que se levantaba en la isla de Gozo. Esa foto es ya recuerdo en toda regla, porque tal capricho de la naturaleza y sus formas de fantasía se han hundido por el fuerte temporal que ha azotado la zona en los últimos días. El viaje en barca hasta Gozo no será lo mismo a partir de ahora. Y los turistas se verán defraudados al comprobar que aquella belleza que aparecía en los folletos de la agencia ha desaparecido.
El primer ministro maltés, Joseph Muscat, se hizo eco de lo ocurrido en las redes sociales para explicar que los expertos ya habían anunciado que la Ventana Azul aguantaría pocos temporales más. La erosión de las olas que horadaron la roca para formar el imponente arco ha continuado su curso. «Ese día llegó», resumió Muscat con tristeza. El resultado es que tanto el puente superior como la parte del pilar que se alzaba en medio del agua se han venido abajo.
Los afortunados que conocieron el lugar lo tendrán bien fotografiado. Al resto de los mortales solo les queda las instantáneas en internet o la serie 'Juego de Tronos'. La Ventana fue escenario para la boda entre la princesa dragón, Daenerys Targaryen, y el primitivo Khal Drogo.
La caída del arco maltés se suma a la desaparición de otros monumentos naturales fruto del curso de la propia naturaleza, que al igual que los crea, los destruye. En España uno de los últimos monumentos naturales en desaparecer fue La Aguja de las Gaviotas, un impresionante picacho de roca de 30 metros de alto, entre las playas de La Arnía y Portio, en Piélagos (Cantabria). El temporal marino de la pasada semana, con olas de casi diez metros, partió por la mitad un monumento muy apreciado entre los escaladores.
Lo ocurrido en Cantabria es igual que lo que sucedió el 28 de noviembre de 2005 en la isla de Gran Canaria. Los fuertes vientos y el oleaje de la tormenta tropical 'Delta' tiraron la parte superior del llamado Dedo de Dios. Se trataba de un pináculo que emergía del mar, reclamo turístico de la localidad de Agaete.
En otras ocasiones, la fuerza de la naturaleza pone a la vista maravillas. En la costa oriental asturiana, los temporales que azotan los acantilados echan abajo las impresionantes lajas de barro fósil, emergido del fondo marino. Al caer dejan al descubierto las huellas de las pisadas que hace 150 millones dejaron los dinosaurios que poblaron la zona.