El arzobispo de Oviedo, sobre la salud del Papa: «He hablado con Roma y son momentos críticos, puede ser una enfermedad terminal»

En toda la geografía asturiana, en todas las misas, el recuerdo del Papa Francisco estuvo muy presente, con los fieles elevando sus rezos en aras de una recuperación. Pero el optimismo no reina en estos momentos. La avanzada edad del pontífice y la gravedad de su enfermedad tienen a todos los católicos del mundo en estado de alerta. El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ofició este domingo una misa en Avilés y el recuerdo hacia Francisco estuvo muy vivo y presente. Pidió una oración personal por el santo padre y mostró a las claras su profunda preocupación: «Esta mañana hablé con Roma y son momentos críticos. Puede ser una enfermedad terminal», le dijo a los fieles que se dieron cita en la iglesia de San Agustín, en el polígono de la Magdalena, en la que era su primera visita al templo. «Recemos por él y que Dios le auxilie», concluyó el arzobispo.

La preocupación es universal. A las puertas del Hospital Gemelli de Roma, donde lleva ya más de una semana hospitalizado, los fieles acuden a rezar, pero lo mismo ocurre en todos los rincones del Vaticano, que añoró por segunda semana consecutiva su presencia en el Ángelus. Las imágenes de distintos lugares del planeta con fieles católicos rezando por su salud se multiplican a la espera de ver cómo evoluciona y de manera muy especial en Argentina, su tierra natal.

El estado del Papa Francisco «sigue siendo crítico» y presenta síntomas de «insuficiencia renal inicial, leve, que actualmente está bajo control». Los médicos mantienen el «pronóstico reservado», aunque explican que aunque continúa recibiendo oxígeno, no ha presentado un nueva crisis respiratoria desde el sábado por la noche.

El Pontífice sigue ingresado desde hace 10 días en el hospital Gemilli de Roma y, según indicó la Santa Sede, ha pasado una noche «tranquila» después de la crisis asmática que sufrió ayer debida a la neumonía bilateral derivada de una bronquitis que motivó su ingreso hospitalario. «La complejidad del cuadro clínico y la necesaria espera a que las terapias farmacológicas proporcionen alguna retroalimentación requieren que el pronóstico permanezca reservado», recoge el parte.

Además, durante la mañana, en el apartamento habilitado en el décimo piso, el Pontífice ha participado de la misa, junto a quienes lo están cuidando durante estos días de hospitalización, ha informado la Santa Sede.

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