Asturianos y americanos, «en shock» tras el asalto al Capitolio

Aunque hayan pasado varios días desde que los partidarios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asaltaran el Capitolio en Washington, tanto los asturianos residentes allí como los estadounidenses que viven en la región no salen de su asombro. «Todavía estoy en shock», señala Stacey McKendry, natural de Fort Worth (Texas) y que lleva en Gijón seis años.

Profesora de inglés en una academia, la estadounidense afirma que al asombro se le suma la tristeza ante todo lo ocurrido. «Creo en nuestro proceso democrático y las acciones de este grupo de extremistas no hablan por el pueblo estadounidense», advierte.

En la misma línea se muestra la cantautora, y también docente de inglés, Mary Kay Maas, de Wisconsin. En su caso, vino de intercambio universitario en 2001 y se quedó. «Es difícil creer que algo así podía pasar en los tiempos que vivimos y en nuestro país. No daba crédito», explica.

Ella siguió las noticias a través de prensa y radio 'online' «y ni siquiera los periodistas sabían cómo llamar a lo que estaba pasando». Lo que más le llamó la atención a Mary Kay fue que los asaltantes «fueron animados por el mismo presidente». «Ojalá tenga unas repercusiones muy grandes, ¿cómo puede suceder eso hoy en día?», se pregunta.

No obstante, la estadounidense reconoce que, haciendo un análisis global de la situación, Trump, desde que perdió las elecciones frente a Biden el pasado mes de noviembre, «va con este discurso, siempre a más. Por eso llegamos a este extremo». Y al otro lado del océano se respira la misma estupefacción ante lo ocurrido. Así lo explica Susana Cordero, natural de Moreda y residente en Oakland (California). Esta directora financiera en una empresa de biotecnología lleva más de dos décadas en EE UU. «Lo viví con incredulidad», reconoce, aunque también es cierto que, tras los comicios y los resultados, «se esperaba que hubieran protestas o manifestaciones». «Pero tomar el Capitolio, no», recalca.

La asturiana califica la jornada -que dejó cinco fallecidos- como «desastrosa». «Al verlo, piensas: ¿y estos son mis conciudadanos?», lamenta.

Según señala, la tristeza se nota entre sus conocidos, ya que los americanos tienen la visión de ser «modelo a seguir en el mundo». «Ellos están acostumbrados a criticar estos eventos cuando pasan en otros sitios, y ahora les pasó a ellos», señala.

Respecto a si puede ocurrir algún otro hecho antes del día 20, cuando Biden tome posesión, ella no lo descarta, ya que los partidarios de Donald Trump «están convencidos de que hacen esto por el país, y el presidente no está haciendo nada para bajarles los humos».

Por su parte, Fernando Rubio, ovetense residente en Salt Lake City (Utah), cree que no volverá a ocurrir algo similar de cara al día 20. Desde su punto de vista, lo ocurrido ha sido un «golpe de realidad» para mucha gente, «especialmente del partido republicano», ya que se han dado cuenta de las consecuencias «de justificar y apoyar a Donald Trump», así como de «su retórica agresiva, insultante, y la constante repetición de mentiras que ha conseguido inculcar a sus seguidores». El ovetense critica «el bajo nivel de preparación y previsión de la Policía», ya que la reacción fue diferente ante «esta turba de terroristas domésticos» a cómo reaccionaban ante las manifestaciones del movimiento Black Lives Matter.

La misma opinión comparte Eliana Álvarez, de Gijón y residente en Nueva York desde hace trece años. Según señala la cineasta, desde hace tiempo se sabía que los republicanos acudirían el día 6 a Washington «porque Trump lo había promovido» por Twitter. «Lo que más me alucinó fue lo fácil que lo tuvieron para entrar», dice. «El problema es que el Gobierno todavía está en manos de Trump», concluye.