Un estudio señala que chimpancés y bonobos también se saludan y despiden cuando se encuentran

Uno de los rasgos que erigen al hombre sobre el pedestal de las especies es precisamente su capacidad comunicativa. Gracias a ella, transmitimos información generacionalmente y llegamos a acuerdos que nos benefician como sociedad, avanzando en la epopeya épica que es la historia de la humanidad. Cada una de estas interacciones suele iniciarse con un saludo y una despedida, dos elementos que curiosamente también utilizan los simios durante sus encuentros.

Aunque ya se conocían las grandes capacidades de los chimpancés, un estudio de la Universidad de Durham en Reino Unido constata que chimpancés y bonobos registran el mismo tipo de comportamientos que los humanos cuando se juntan con otros miembros de su especie. Un equipo de etólogos ha documentado el hallazgo basándose en el análisis de un total de 1.242 interacciones de estos animales en zoológicos.

En concreto, los bonobos intercambiaron señales o miradas a modo de saludo antes de jugar en el 90% de los encuentros mientras que los chimpancés lo hicieron en el 69% de las ocasiones observadas. Los gestos de despedida se produjeron incluso con más frecuencia (92% en el caso de las interacciones entre bonobos y 86% entre chimpancés). Entre las señales con las que se saludan y despiden figuran vocalizaciones, gestos como tocarse, estrechar la mano y juntar las cabezas, expresiones faciales o miradas antes y después de jugar o acicalarse mutuamente.

Otra de las cosas que observaron los científicos fue que cuanto más se conocían los bonobos, más cortos eran los saludos y las despedidas. No obstante, esta peculiaridad no se dio en los chimpancés lo cual, según Raphaela Heesen, investigadora postdoctoral en la mentada universidad y autora principal del estudio, «podría deberse a que los chimpancés son más jerárquicos mientras que las sociedades de bonobos suelen ser más igualitarias y enfatizan la amistad y las alianzas entre sus miembros».

«Hemos sido capaces de lanzar cohetes y de llegar a la Luna porque tenemos la capacidad de compartir nuestras intenciones con otros, lo que nos permite hacer cosas que un solo individuo no podría llevar a cabo. Se ha sugerido que se trata de una habilidad que está en la naturaleza humana», ha explicado Heesen, que sostiene que este compromiso conjunto es aquello que permite el avance de la humanidad. Algo que también se da entre nuestros primos simios, chimpancés y bonobos, a través de interacciones comunicativas como las señaladas anteriormente.

Aunque de momento el estudio se ha centrado en dos tipos de simio específicos, «para comprender la evolución del compromiso conjunto en su conjunto y averiguar si esta capacidad es única de los humanos, chimpancés y bonobos, habría que estudiar otras especies de grandes simios como los gorilas o orangutanes», ha señalado la investigadora inglesa.

La etóloga considera muy probable que estas habilidades sean compartidas por otras especies: «El compromiso conjunto es esperable en otros animales sociales que viven en grupos, como los lobos o los delfines, y podría resultar particularmente útil en una comunidad para regular y mantener las relaciones entre sus miembros y colaborar entre ellos de forma eficaz».

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