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Elon Musk manda su Tesla a Marte

El cohete Falcon Heavy, desarrollado para el regreso a la Luna, hará hoy su primer vuelo de prueba

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Lunes, 5 de febrero 2018

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«La carga útil será mi Tesla Roadster color cereza reproduciendo ‘Space Oddity’. Su destino será la órbita de Marte. Permanecerá en el espacio unos mil millones de años o así, si no explota durante el despegue», anunció Elon Musk el 2 de diciembre en Twitter. El día ha llegado. Si todo sale bien, esta tarde el cohete más potente del mundo, el Falcon Heavy de SpaceX, hará su primer vuelo de prueba. Será a las 19:30 (hora española) cuando despegue desde la plataforma de lanzamiento 39A del Centro Espacial Kennedy (Florida), la misma desde la que hace 50 años partieron las misiones Apolo con rumbo a la Luna. Su carga, el deportivo eléctrico de lujo del dueño de SpaceX, irá mucho más lejos: hasta la órbita de Marte si todo sale bien.

El Falcon Heavy es, como su nombre indica, la versión pesada del cohete Falcon 9, el lanzador de la Dragon, cápsula que desde octubre de 2012 ha viajado once veces con éxito a la Estacion Espacial Internacional (ISS) con suministros. El nuevo cohete está compuesto por tres núcleos de Falcon 9. Cuenta con 27 motores Merlin 1D –9 en cada segmento– que le proporcionan un empuje total de más de 2,3 millones de kilos, el equivalente al de dieciocho Boeing 747. Puede poner en órbita baja –donde se encuentra la ISS– hasta 63,8 toneladas de carga y en Marte hasta 16,8.

El nuevo lanzador de Musk es el más potente desde el Saturno V que llevó al ser humano a la Luna. Su más inmediado competidor, el Delta IV Heavy de United Launch Alliance, tiene capacidad para trasladar 27,8 toneladas hasta órbita baja a un coste de 350 millones de dólares por lanzamiento, frente a los 90 millones del Falcon Heavy gracias, entre otras cosas, a sus propulsores reutilizables. El gigantesco Saturno V de la NASA, de 110 metros de altura, podía poner 140 toneladas en órbita baja y hasta 48 en la Luna a un precio de 1.160 millones de dólares actuales por misión.

Con sus 70 metros, el Falcon Heavy es el heredero en el sector privado del Saturno V y ha exigido siete años de trabajo. En paralelo, la NASA está desarrollando el llamado sistema de lanzamiento espacial (SLS), con el que espera poder mandar misiones a la Luna y Marte. Recuperaría así la capacidad de lanzar vuelos tripulados que perdió con la jubilación de los transbordadores espaciales en julio de 2011, tras el catastrófico accidente del ‘Columbia’ de 2003 en el que murieron siete astronautas al desintegrarse la nave durante la reentrada.

Música de David Bowie

El tuit del 2 de diciembre de Musk revela que, más allá de poner en lo alto del cohete su preciado coche con música de David Bowie en los altavoces y un maniquí vestido de astronauta, el propietario de SpaceX y Tesla dista mucho de tenerlas todas consigo respecto a la fiabilidad del Falcon Heavy. Si el cohete revienta en la plataforma de lanzamiento, pueden pasar muchos meses hasta que vuelva a estar operativa. Durante ese tiempo, SpaceX no podrá hacer despegues de prueba. Si explota en vuelo sin causar más daños, los ingenieros de la compañía tendrán que hacer multitud de pruebas antes de intentar un nuevo vuelo para seducir a sus potenciales clientes, entre ellos, el Pentágono.

De tener éxito, Musk, que ya abrió la órbita baja a los vuelos comerciales, podría hacer lo propio con la Luna. De hecho, en febrero del año pasado Space X anunció ya que «dos ciudadanos privados» habían hecho «un depósito significativo» para hacerse con una plaza en una misión en la que orbitarían el satélite, como los astronautas del ‘Apolo 8’ en diciembre de 1968.

El rico visionario

Elon Musk, una de las 100 personas más ricas del mundo, gran lector de ciencia ficción e ideólogo del ‘Hyperloop’ (un tren-bala electromagnético que se desplaza dentro de un tubo), reconoce que hay posibilidades de que el ‘Falcon Heavy’ explote antes de cumplir su objetivo. Pero él y sus hombres llevan varios días esforzándose para que eso no ocurra. Hace unas semanas, durante la realización de una prueba, el cohete fue confundido por mucha gente con un ovni. El espectáculo y la misión están creando muchas expectativas y quién sabe cómo se tomaría el fracaso el también cofundador de ‘PayPal.’

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