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eugenia garcía
Miércoles, 1 de abril 2020, 16:18
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Asturias aplazará las oposiciones docentes. Es el acuerdo definitivo alcanzado por la Consejería y la Junta de Personal Docente en una reunión telemática de cuatro horas de duración mantenida esta mañana. La intención de la ministra de Educación, Isabel Celáa, era evitar una fragmentación de las convocatorias de las distintas comunidades con pruebas previstas, y por ello pidió a las autonomías que enviaran sus propuestas. La mayoría son partidarias del aplazamiento, pero otras, como Euskadi, Cataluña, Galicia y Madrid se manifestaron a favor de «dejar abierta la posibilidad de realizarlas este año, sin perjuicio de que las circunstancias lo impidan».
En cualquier caso, el Principado ya ha optado por retrasar las pruebas. Así, los aspirantes a optar a alguna de las 587 plazas de nuevo ingreso y 175 de promoción interna no se examinarán a finales de junio, como estaba previsto, sino el próximo curso. Esto, en el caso de la oferta de empleo público de Secundaria. La de maestros, prevista para 2021, también se pospondrá, en este caso, a 2022, para evitar que ambas convocatorias coincidan.
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Durante la reunión también se reiteró lo comunicado ayer a los directores de Primaria y Secundaria: el calendario escolar sigue vigente, incluidas las vacaciones de Semana Santa, y de cara al tercer trimestre los centros deberán preparar un Plan de Trabajo que será aprobado por el Servicio de Inspección. En la tercera evaluación se tendrá en cuenta «todo lo trabajado a lo largo del curso, más las tareas que se realicen a partir de ahora, sin que ello suponga avance de materia». «Se trata de que ningun alumno se vea perjudicado por la situación actual, que es excepcional. Los centros deben realizar una acción coordinada de todas las tareas y valoraciones del alumnado entre ahora y final de curso», remarcó la consejera, Carmen Suárez.
Brecha digital
El alumnado asturiano deberá continuar el curso, hasta nuevo aviso, de forma telemática. Para paliar la brecha digital y garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a las clases, la Consejería ha remitido a los centros un cuestionario para recoger datos sobre qué familias tienen dificultades para acceder a las nuevas tecnologías. «A tenor de lo que nos digan, estableceremos con los efectivos de los propios centros de qué manera podemos hacer llegar a las familias las dotaciones que los centros puedan prestar, con unas condiciones razonables de buen uso y devolución», señaló la consejera, Carmen Suárez. «Sobre esto -incidió- hay que tener mucha tranquilidad. No se trata de dar ordenadores ni wifi a todo el mundo, eso no va a ser posible, sino que va dirigido a aquellos que tengan especiales dificultades».
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