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Lunes, 7 de enero 2019, 15:55
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Una jornada terrorífica fue la que vivió Richard Mason, un empresario británico al que le detectaron una enfermedad pulmonar incurable y le confesaron que sus tres hijos no eran suyos en el mismo día. Los médicos le aseguraron que era imposible que hubiese engendrado a esos niños porque su dolencia, no solo afectaba a sus pulmones, sino que también le convertía en un hombre estéril.
Mason sufre fibrosis quística, una enfermedad hereditaria y genética, también denominada mucoviscidosis.
Las personas afectadas sufren acumulación de mucosidad en los pulmones, y en menor medida, en el páncreas, hígado e intestino. Como la afectación más importante es en los pulmones, suelen ser pacientes con graves problemas respiratorios y con múltiples infecciones pulmonares desde la infancia.
La fibrosis quística también puede producir esterilidad en los varones por ausencia congénita bilateral de los vasos deferentes, el conducto necesario para el transporte del espermatozoide. Así pues, estos varones tendrán azoospermia (ausencia de espermatozoides en el eyaculado).
Mason no conocía estos datos y había tenido hijos, incluyendo un par de gemelos, con su primera esposa, Kate, de 54 años, con quien se había divorciado en 2008, pagándole un acuerdo de 4 millones de libras.
Cuando los médicos del Hospital Broadgreen de Liverpool le dijeron que no podía ser el padre biológico de los niños, el primer pensamiento de Mason fue: «Mierda, mi vida está arruinada», confesó al Sunday Times.
Dos gemelos
El empresario, que se volvió a casar, se sometió a pruebas médicas que confirmaron que era incapaz de producir esperma normalmente. El estudio de ADN reflejó que sus dos hijos menores, los gemelos, no eran suyos. Su hijo mayor se negó a dar una muestra de ADN.
En diciembre de 2016, tras recibir los resultados de ADN, Mason comenzó un caso de fraude de paternidad. A finales del año pasado, su exesposa acordó pagar 250.000 libras en un acuerdo extrajudicial en la corte del condado de Birmingham. El caso habría dependido de su presunto engaño.
Mason dijo que la «agonía» del descubrimiento y sus efectos había sido insoportable, causando una ruptura con sus hijos.
A pesar de haber admitido que tuvo una relación amorosa fuera de su matrimonio con Mason, su exesposa se ha negado a revelar la verdadera paternidad de los niños.
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