La Unión Europea alerta de una epidemia de tosferina: síntomas y cómo prevenir la enfermedad

La tosferina es una enfermedad que lleva años contagiando, principalmente, a niños y cuenta con una vacuna eficaz y segura. Pese a ello, la Unión Europea ha alertado de un notable repunte de casos en los últimos meses. Durante el año 2023 y hasta abril de 2024, los países de Europa han notificado casi 60.000 casos de tosferina, lo que supone diez veces más que en 2022 y 2021, según los datos publicados por el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). En concreto, durante 2023 se registraron más de 25.000 casos y más de 32.000 entre enero y marzo del presente año

Pero el repunte de contagios no es lo más preocupante. Entre 2011 y 2022 los países europeos notificaron un total de 103 fallecimientos por tosferina, de los que 69 (67%) fueron bebés lactantes y 25 (24%) eran adultos de 60 años o más. Esto supone una media de 9,3 fallecimientos al año, una cifra que en los últimos catorce meses se ha incrementado notablemente. En el periodo comprendido entre enero 2023 y abril 2024, se han notificado un total de 19 muertes: 11 (58%) en lactantes y ocho (42%) en adultos mayores de 60 años.

El ECDE vincula este aumento de casos provocados por la bacteria 'bordetella pertussis' a que los ciudadanos han vuelto a viajar después de la pandemia de covid-19, pero también a la presencia de individuos no vacunados y la disminución de la inmunidad. Pese a ello, el ECDC afirma que la tosferina es una enfermedad endémica en Europa y en todo el mundo que causa epidemias más grandes cada tres o cinco años, incluso, en países con alta cobertura de vacunación. De hecho, se observaron cifras similares en 2016 (41.026) y 2019 (34.468).

Los lactantes menores de seis meses no inmunizados o parcialmente inmunizados son los que corren un mayor riesgo de padecer una enfermedad grave, y la mayoría de las hospitalizaciones y muertes relacionadas con la tosferina se producen en este grupo de edad vulnerable.

En particular, durante 2023-24, en 17 países de Europa (Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Estonia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Lituania, Malta, Países Bajos, Portugal, Rumanía, Suecia y Eslovaquia), los lactantes representaron el grupo con la mayor incidencia. En España los lactantes tuvieron la mayor incidencia en 2023, sin embargo, a principios de 2024, los niños de 10 a 4 años fueron los principales afectados.

«El aumento del número de casos de tosferina en toda Europa demuestra la necesidad de estar alerta. Se trata de una enfermedad grave, sobre todo en los lactantes. Disponemos de vacunas seguras y eficaces que pueden prevenirla. La vacunación es nuestra herramienta clave para ayudar a salvar vidas y evitar que la enfermedad siga propagándose», ha explicado la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria de la UE, Stella Kyriakides, en declaraciones recogidas por Europa Press.

De hecho, a principios de abril la Asociación Española de Pediatría pedía a las autoridades sanitarias que implantasen y generalizasen la inoculación de una dosis de la vacuna contra la tosferina a todos los preadolescentes, para tratar de evitar en el futuro nuevos brotes de esta infección del aparato respiratorio como los que se están registrando en los primeros meses de este año.

Ahora, el ECDC también anima a las autoridades de salud pública a reforzar los programas de vacunación y a alcanzar y mantener una cobertura de vacunación elevada, incluyendo la finalización completa y a tiempo de las series de inmunización primaria y las dosis de refuerzo posteriores, de acuerdo con las recomendaciones nacionales.

Además, recuerda que la vacunación contra la tosferina durante el segundo y tercer trimestre del embarazo es muy eficaz para prevenir la enfermedad y la muerte entre los recién nacidos que aún son demasiado pequeños para ser vacunados. En este punto cabe recordar que el pasado año falleció en España un bebé sin condiciones de riesgo cuya madre no se había vacunado. Y es que, según una investigación del Instituto Carlos III publicada en la revista Vaccine, la vacuna prenatal contra la tosferina reduce significativamente la gravedad de la enfermedad y hace disminuir hasta el 34% el riesgo de que los bebés tengan que ser hospitalizado.

«Al abordar esta epidemia de tosferina, es esencial recordar las vidas que están en juego, especialmente las de nuestros pequeños. Las vacunas contra la tosferina han demostrado ser seguras y eficaces, y cada acción que emprendemos hoy determina la salud del mañana. Tenemos la responsabilidad, como padres o como profesionales de la salud pública, de proteger al grupo más vulnerable del impacto mortal de esta enfermedad», ha manifestado la directora del ECDC, Andrea Ammon.

El Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades explica que síntomas de la tosferina suelen aparecer entre 5 y 10 días después de haber estado en contacto con las bacterias que causan la enfermedad. No obstante, a veces pueden pasar hasta 3 semanas antes de que aparezcan los síntomas.

Los primeros síntomas, como tos, febrícula o tinitis, pueden llegar a durar dos semanas y son similares a los de un catarro común. La principal característica es que la tos puede derivar en vómitos.

El último periodo sintomático dura entre 4 y 6 semanas.

Los primeros síntomas pueden durar de 1 a 2 semanas:

-Moqueo o congestión nasal

-Fiebre baja

-Tos leve ocasional (puede no suceder con los bebés)

- Apnea (pausas en la respiración que pueden ser mortales) y ponerse azul o morado en el caso de bebes y niños pequeños

Síntomas posteriores

- Tos fuerte: entre una y dos semanas después de que empiecen los primeros síntomas, las personas con tosferina podrían presentar accesos de tos rápidos, violentos e incontrolables (paroxismos). Estos accesos de tos generalmente duran entre 1 y 6 semanas, pero pueden durar hasta 10 semanas. Los accesos de tos generalmente empeoran y se vuelven más comunes a medida que la enfermedad continúa.

-Vómitos: un paciente que presenta tos y vómitos, es posible que tenga tosferina, por lo que debe acudir al médico.

-Estertor: en niños pequeños y bebés la tos puede derivar en estertor, un sonido que aparece cuando se toma aire.

-Cansancio después del acceso

-Dificultades para respirar

- Los bebés podrían tener dificultades para respirar. Los adolescentes y los adultos suelen tener síntomas leves

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