Borrar
Una sanitaria atiende a un paciente en la UCI del HUCA. ÁLEX PIÑA
Un fármaco barato que usa el HUCA reduce las muertes en los casos más graves de Covid

Un fármaco barato que usa el HUCA reduce las muertes en los casos más graves de Covid

«No es que ataque o mate al virus, sino que reduce la respuesta inflamatoria», precisa la jefa de la UCI del HUCA, Lola Escudero

A. RANERA / L. FONSECA

GIJÓN.

Miércoles, 17 de junio 2020, 02:17

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Después de seis meses con el coronavirus cobrándose demasiadas vidas, un estudio de la Universidad de Oxford (Reino Unido) acaba de concluir que el uso de dexametasona, un fármaco disponible y de bajo coste, reduce la mortalidad hasta un tercio en pacientes hospitalizados con COVID-19 que presentan complicaciones respiratorias muy graves y que necesitan respiración asistida, y un quinto en aquellos que requieren oxígeno.

Este medicamento es muy conocido para los médicos de las UCIs y de las plantas de hospitalización de Asturias. Se trata de un fármaco de la familia de los corticoides que se utiliza en pacientes con procesos antiinflamatorios agudos. Por eso, la dexametasona ha formado parte del cóctel de fármacos que los facultativos han utilizado desde el inicio de la pandemia para tratar a los pacientes con coronavirus.

Según explicó la jefa de la UCI Polivalente del HUCA, Lola Escudero, la dexametasona «se utiliza para tratar y controlar la hiperinflamación que provoca el coronavirus en algunos pacientes». No obstante, esta especialista aclara que «no es un medicamento que ataque o mate al virus», sino que se emplea para abordar otras secuelas que deja el COVID en algunos afectados, como es «la sobreinflamación». Escudero indicó que el fármaco cuyos buenos efectos parecen estar ahora avalados por el estudio de la Universidad de Oxford «reduce la respuesta inflamatoria que en algunos pacientes es excesiva y acaba dañando el pulmón».

«Hay que ser prudentes y leer los resultados del ensayo con cuidado», opina Fernando Simón, que pide cautela.

También habló sobre este estudio ayer el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien manifestó que la Agencia Española del Medicamento tendrá que avalar los resultados para proponerlo como tratamiento del COVID-19.

Simón precisó que este fármaco es un corticosteroide -con efectos antiinflamatorios y supresor de la respuesta inmune que se usa contra reacciones alérgicas fuertes y enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide- y resaltó la importancia de que el ensayo clínico garantice que este medicamento «tiene un efecto beneficioso» y «puede reducir la letalidad». Igualmente, advirtió de que «hay que ser prudentes» y «leer los resultados del ensayo con cuidado», al recordar que, «en ciencia, los resultados de un estudio, si no tienen una solidez muy importante, no suelen ser suficientes para garantizar los resultados». Con cautela, Simón puntualizó: «En este caso, por lo que he leído rápidamente, parece que los resultados son buenos y que, por lo tanto, podría estar avalado».

Las pruebas comenzaron ya el pasado mes de marzo, cuando se lanzó el ensayo clínico aleatorio 'Recovery' para probar una serie de tratamientos potenciales para el COVID-19, en el que estaba incluida la dexametasona en dosis bajas. Y, hasta la fecha, se han inscrito más de 11.000 pacientes de más de 175 hospitales de Reino Unido.

Durante las pruebas, se eligió al azar a un total de 2.104 pacientes para que recibieran dexametasona una vez al día (ya fuera por vía oral o por inyección intravenosa) durante diez jornadas y se compararon con 4.321 pacientes que recibían solamente la atención habitual. Pues bien: entre los pacientes que continuaron tan solo con los cuidados que se dispensaban usualmente, la mortalidad a los 28 días fue más alta en los que necesitaron ventilación (41%), un 25% superior en los pacientes que solo requirieron oxígeno y menor entre los que no necesitaron ninguna intervención respiratoria (13%).

La dexametasona redujo, por tanto, las muertes en un tercio en los pacientes ventilados y en un quinto en los que recibieron solo oxígeno. No se observó, sin embargo, ningún beneficio significativo entre aquellos que no necesitaron asistencia respiratoria. Es decir, en los más leves.

Dicho de otra forma: la dexametasona (que fue descubierta en 1957) puede evitar una de cada ocho muertes entre los pacientes más graves y salvar una vida de cada 25 entre aquellos que reciben oxígeno.

Estos resultados son aún preliminares, pero los responsables del trabajo han dicho que los publicarán pronto en una revista científica debidamente revisada por expertos independientes.

«La dexametasona es el primer fármaco que ha demostrado mejorar la supervivencia en COVID-19. Este es un resultado extremadamente bienvenido. El beneficio de supervivencia es claro y grande en aquellos pacientes que están lo suficientemente enfermos como para requerir tratamiento con oxígeno», explicaba Peter Horby, uno de los principales investigadores del ensayo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios