Especuladora llegada del euro
La inminencia de la desaparición de la peseta y los bajos tipos de interés elevaron un 30% el precio de los pisos
Nadie sabía qué iba a pasar, más allá del sencillo titular: la moneda única europea sustituiría a la clásica peseta. Fin de la certeza. «No ... se sabe lo que va a pasar con el euro», dice a EL COMERCIO un constructor gijonés, «que prefiere reservar su identidad». «La gente prefiere invertir su dinero en un valor sólido como es la vivienda (...), así que se considera mejor garantizar la seguridad de ese dinero en la compra de la vivienda». Y eso, sumado a la rebaja de los tipos de interés, disparaban hace ahora 25 años la actividad del sector de la construcción y la venta de viviendas en Gijón. «Los datos de los constructores, el Ayuntamiento de Gijón, Asprocon, los bancos y las agencias inmobiliarias coinciden en esta valoración», dijimos.
Así las cosas, la concesión de hipotecas había aumentado hasta un 30% en el periodo 1996-1997, y casi un 20% en los cuatro primeros meses del año. «¿Qué va a pasar con el euro? Las cosas no están claras, pero nadie discute que el cambio de moneda y la desaparición de la peseta va a hacer crecer el precio de las viviendas. ¿Cuánto? Esa es la cuestión. Los más optimistas hablan de un 3 o un 4%, cantidades poco significativas en los precios actuales de las viviendas. En otras fuentes se habla de un encarecimiento mayor y, en todo caso, lo que sí está claro es que el precio del dinero en estos momentos se sitúa a unos niveles difícil de repetir». Los intereses de los créditos hipotecarios, por ejemplo, rondaban el 5,25%, «aunque puede que suban en 1999».
Reserva de suelo
La Caja de Asturias, entidad que por entonces manejaba casi el 70% de los créditos hipotecarios en Gijón, no dudaba en señalar «que la reactivación del sector y del mercado inmobiliario es indiscutible». Otra cosa era saber hasta cuándo. Muchos constructores creían que había demanda posible para varios años más, y que lo que hacía falta era que hubiese «más suelo en el mercado». Así lo demandaron en la asamblea de la Asociación de Promotores y Constructores, y el Ayuntamiento contestó. «Hay reserva de suelo suficiente para hacer 20.000 viviendas más». ¿Qué iba a pasar con todo aquello?
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