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Toro de Osborne en el Oriente asturiano, junto a la carretera.

Indulto al toro de Osborne

Un cartel del Ministerio de Fomento en la autovía del Cantábrico generó la alerta: ¿sería eliminado como pretendía Europa?

Lunes, 12 de junio 2023, 00:29

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1998. Hace 25 años.

El tema había generado grandes polémicas en toda España y ahora llegaban a Asturias. Al legislar la normativa sobre los reclamos publicitarios en carretera, la Comunidad Europea imponía que todos ellos habrían de ser eliminados. Toros de Osborne, «emblemática figura que da nombre novelesco a la piel de este país», incluidos. Parecía que los astados llevaban toda la vida con nosotros, aunque, en realidad, hacía menos de 40 años que se habían colocado los primeros (de madera y de tan solo cuatro metros de altura) cuando la legislación ordenó retirarlos. Era 1994. Fue una sentencia del Tribunal Supremo, en 1997, la que consiguió declararlos como 'bien cultural', toda vez que, desde finales de los 80, ya no llevaban rotulado el nombre de la marca y habían aparecido en las pantallas de medio mundo gracias a la película 'Jamón Jamón'.

El caso es que, como andaba reciente la polémica, cuando apareció un cartel de los fondos FEDER en la nacional 634, a su paso por Llanes, «concretamente a la derecha de la carretera San Sebastián-Santiago de Compostela, a la altura del puente de Parres y en el tramo de la autovía del Cantábrico Llanes-Llovio», aún en obras, saltaron todas las alarmas. Muchos pensaron «que alguien les iba a 'robar' su toro».

«¡Vaya día que llevo!»

Fue una falsa alarma. Desde EL COMERCIO aclaramos, hace hoy 25 años, que «Fomento no avisó a nadie de que se estaba rehabilitando el toro de Osborne, y, al no avisar de los trabajos que se estaban realizando, cundió la alarma». «Nada, nada. Están cambiando los paneles, que se encuentran en mal estado», hubo de aclarar innumerables veces el Ayuntamiento llanisco ante el temor de los vecinos. «La preocupación era tan grande que el encargado de los trabajos tuvo que dar más explicaciones de lo que era en sí su labor (...) 'Nada, no pasa nada de nada. ¡Vaya día que llevo! Simplemente estamos cambiando los paneles en mal estado y poniendo unos nuevos para evitar que se desprendan', exclamó». Las obras de restauración, al parecer, estaban llevándose a cabo no solo en Asturias, sino en todo el país. Definitivamente, los toros habían sido indultados.

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