Odisea sanitaria

Del otro lado, el hospital confirmaba que, por ejemplo, en rehabilitación la lista de espera era de 1.872 pacientes, «habiendo casos de enfermos que han tenido que esperar hasta nueve meses para ser atendidos». La causa estaba, según el director médico, Eugenio Avanzas, en el programa de operaciones de prótesis de cadera, que aumentaba el número de pacientes a intervenir. «Asimismo, Avanzas explicó que la saturación viene motivada también por el perfil de estos nuevos pacientes. Se trata, en la mayor parte de los casos, de enfermos crónicos, cuya rehabilitación se prolonga durante varios meses».

En dermatología ocurría algo similar, elevándose los tiempos de espera hasta cinco meses y con un millar de pacientes en las listas. Allí, en cambio, había más esperanza. «El hospital ha procedido a la contratación de un nuevo especialista, que comenzará a pasar consulta en junio». Junto a él se incorporaría, a su vez, un digestólogo, «que se encargará de realizar pruebas endoscópicas». En rehabilitación, las medidas del plan de choque que comenzaba a desarrollarse en el hospital preveían la derivación de 270 pacientes a la atención primaria. No se descartaba que algunas especialidades ampliasen su actual horario de consulta, que por entonces era de ocho de la mañana a tres de la tarde, y habría que ver si era necesaria alguna medida más. El problema, endémico en la sanidad española, iba a más.