La esperpéntica vivencia de una española en una granja noruega: «Hay pájaros de 2 metros que se comen a las cabras»
Una española cuenta a través de Twitter la experiencia que vive junto a un amigo en una 'peculiar' granja en Noruega
Mandy delmiro
Gijón
Miércoles, 25 de julio 2018, 12:58
Llega el verano y lo normal es que queramos desconectar, salir de la monotonía, hacer cosas diferentes y, sobre todo, viajar a conocer lugares alejados y distintos de lo que ya conocemos.
Fue así como Ashley Spinelli y su compañero, que buscaban hacer algo fuera de su rutina, decidieron irse este verano a trabajar a una granja en Noruega. La experiencia suena interesante: la granja, los animales, la naturaleza, un país como Noruega... Todo pintaba bien para estos dos españoles hasta que comezaron a ocurrirles cosas extrañas.
Toda esta experiencia la cuenta con humor a través de sus tweets Ashley Spinelli. Las historias y anécdotas que cuenta son totalmente surrealistas, pero, sin duda, es ese toque gracioso que la twittera le añade, lo que hace que sus 'followers' estén enganchados y quieran saber más sobre lo que pasa en esa granja en la que «nunca se hace de noche», tal y como escribía en uno de sus tweets.
La situación es la siguiente : mi amigo y yo estamos en una granja en Noruega trabajando. Dicho así queda como una buena experiencia pero la verdad es que la situación es más random de lo que parece
— Ashley Spinelli (@ElissabethCH) 11 de julio de 2018
Tras nuestra primera jornada de trabajo el granjero nos advirtió a mi colega y a mi “hay pájaros de 2 metros que se comen a las cabras y a los animales.” No sé si patinó con el idioma pero yo vivo alerta por si acaso un Nazgul viene a por mi
— Ashley Spinelli (@ElissabethCH) 11 de julio de 2018
Otra anécdota que a mí me tiene descolocada es que nunca se hace de noche , es decir, el sol por la noche se mantiene alumbrando pero con menos intensidad . Lleva siendo de puto día dos semanas para mí y por lo que he podido comprobar no existen las persianas en este país
— Ashley Spinelli (@ElissabethCH) 11 de julio de 2018
OS JURO POR LO QUE MÁS QUERÁIS QUE HABÍA UNA PUTA CABRA EN LA DUCHA, O SEA UNA PUTA
— Ashley Spinelli (@ElissabethCH) 11 de julio de 2018
CABRA
EN
LA
DUCHA
Hay una cabra que es súper retrasada y todos los días mete la cabeza en una valla y se le queda atascada y encima no se deja ayudar . O sea llevo una hora intentando desencajarla y os juro que lloro de la risa porque es frustrante
— Ashley Spinelli (@ElissabethCH) 12 de julio de 2018
A parte de las cabras hay una llama más alta que yo bastante perturbadora . Se dedica a seguirnos y da bastante mal rollete. Solo os digo que a veces para ir al otro lado prefiero atravesar bosque que tener que pasar por su lado. Bueno, sin más dilación os presento a Cecilia pic.twitter.com/3GkdTw1xhE
— Ashley Spinelli (@ElissabethCH) 12 de julio de 2018
Estoy viendo que cuando vuelva el granjero las cabras han muerto desnucadas , a Egor ( el ucraniano) lo han raptado los dragones y mi colega y yo vivimos bajo la dictadura de los ciervos los cuales llevarán rifles y escopetas. Cecilia será nuestra única salvación
— Ashley Spinelli (@ElissabethCH) 12 de julio de 2018
Ayer vino un señor un poco extraño a dejar una máquina en la granja y le preguntamos si sabía algo del dueño (el granjero) y nos dijo que no sabía nada de él. Así que como lleva 4 días desaparecido voy a hablaros de él
— Ashley Spinelli (@ElissabethCH) 13 de julio de 2018
Tiene una cosa que llama la atención y es que cada frase que dice se acaba riendo muy fuerte. Pongo ejemplos de frase que nos ha dicho:
— Ashley Spinelli (@ElissabethCH) 13 de julio de 2018
“Las cabras van a morir porque poca comida para invierno (risa muy fuerte)”
“Roberto es viejo y va a morir temprano ( risa muy fuerte)”
De tooooodas las granjas que había en este país vinimos a la más puto extraña. Y mientras todo esto pasa mi madre me llama y me pregunta que qué tal todo y yo en plan : bien, normal.
— Ashley Spinelli (@ElissabethCH) 13 de julio de 2018
Después de ver esto, la experiencia en la granja será, sin ninguna duda, una anécdota inolvidable para estos dos jóvenes.