Feliz cumpleaños de 'La Rechalda'
El presidente del Principado acudía a la bendición y entrega de la lancha para servicio interior del puerto, que aún sigue en activa
La lancha había sido construida en los astilleros locales Ipsa. La ceremonia se celebró en la dársena de San Juan. La Autoridad Portuaria de Avilés, en ese momento presidida por Manuel Martín Ledesma, había destinado 45 millones de pesetas para lograr una embarcación donde los aspectos más destacados tenían que ver con la tecnología. Así, del presupuesto se destinaba diecisiete millones a su equipamiento informático con diferentes equipos de medición y los veintiocho restantes eran para la construcción en la que se empleó «sandwich de poliéster reforzado con fibra de vidrio con núcleo de espuma de PVC».
O sea, lo más avanzado del momento en tecnología náutica. Todo ello en una eslora de 11,50 metros, con 3,80 metros de manga; un puntal de 1,50 y un calado de 1,10 metros. Estaba dotada con dos motores Man de 250 caballos cada uno.
Una de sus funciones principales era registrar la barimetría de la ría. Por sus condiciones naturales, los sedimentos que las corrientes depositan pueden llegar a ser un problema para la navegación.
De ahí la necesidad de mediciones periódicas para comprobar que los calados son los que aparecen en las cartas de navegación y no lo que dicta la madre naturaleza.
Aunque con el tiempo se incorporaron otras funciones protocolarias no menos importantes como puede ser acercar a los Reyes Magos de Oriente al puerto. Ahí sigue, cumpliendo su trabajo.
Con su nombre, se recordaba a la gigantesca piedra que durante un siglo condicionó la navegación en el canal de entrada a la ría avilesina y que pasó a la historia gracias a las obras de ampliación del calado.
