Llega el 'bibliobús' a Gijón
La iniciativa de la Dirección General de Archivos y Bibliotecas para potenciar la lectura se presentó en el Campo Valdés
Sábado, 18 de noviembre 2023, 01:16
Por fin lo teníamos en la ciudad. Hace medio siglo, el popular 'bibliobús', una biblioteca ambulante a cargo de la Dirección General de Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Educación y Ciencia, llegó a Gijón. Aterrizó, concretamente, en el Campo Valdés, aunque eso solo en un primer momento, ya que después se desplazó a la Plaza Mayor, donde fue recibido por el alcalde. Según habia anunciado EL COMERCIO en días anteriores, serían dos los bibliobuses que prestarían servicio en barrios y localidades próximas a Gijón, Avilés y Oviedo, favoreciendo aquellas zonas que no contasen con biblioteca pública. Cada vehículo, valorado en más de un millón de pesetas de la época, transportaba unos 1.800 volúmenes para público infantil y adulto.
De préstamo totalmente gratuito, el lector solo había de atender a los días de la semana en que la biblioteca ambulante haría parada cerca de su casa. El lunes habría bibliobús en Contrueces y en El Llano; el martes se desplazaría a Trasona; el miércoles a Llaranes; el jueves a Pumarín; a Nuevo Gijón y Santa Bárbara el viernes, y el domingo las paradas serían en Inuesa y La Calzada. Era imprescindible, eso sí, hacerse con una tarjeta de lector, «que la facilitará el jefe del bibliobús a la vista de los datos facilitados por el lector». El impreso de solicitud debía estar sellado «por la empresa en que trabaja el solicitante o, en su defecto, por una casa comercial de la localidad», y, en el caso de los más pequeños, por el colegio en el que estuviesen matriculados.
Eso sí: hecha la ley, hecha la trampa. Si el lector deseaba ahorrarse estos trámites, o no disponía de empresa alguna que avalase cierto poder pecuniario, podía conseguir la tarjeta «entregando en concepto de fianza una cantidad equivalente al importe del libro que lleve en préstamo, que será devuelta una vez entregue el volumen al bibliobús». Fue aquella una solución transitoria -el objetivo final era que hubiera bibliotecas fijas en todos los barrios-, pero feliz. «En la lectura está una de las mayores bases de la cultura», decía, congratulándose de la iniciativa días después de la llegada del 'bibliobús', Mariano Fernández Prendes, presidente del Centro Social Santa Bárbara. ¡Y tanto que sí!