Lola Riestra, una profesora inolvidable

Fue Lola Riestra una maestra sin título, local ni estudios, y con solo 17 años. Fue por «la guerra. La guerra lo cambió todo», recordaba hace hoy 25 años, cuando sus alumnos de Fano y Baldornón la homenajearon. Ocurrió que en 1938, caído el Frente Norte, faltaron los profesores; la administración se bloqueó y no dio soluciones. «Había muchos niños desorientados que no sabían a qué escuela ir; o faltaban profesores o no se llevaban bien. Yo había dado clases en Caldones con Gerarda Álvarez, una maestra de lo mejorcito (...) Un día los padres de un grupo de niños y niñas me propusieron darles clases y accedí». Lo hizo en su casa de la Quintana, con más de 40 niños, pero solo hasta 1942. Ese año, el cura del pueblo denunció a Riestra. «Los padres de los chiquillos no querían que les diera doctrina porque ya iban a catecismo todos los domingos. Preferían que aprovecharan el tiempo en aprender a leer y a escribir. Al cura aquello no le gustó y me denunció». Sin título, tenía todas las de perder y perdió. Todo, menos lo más importante: el respeto de sus alumnos. Inolvidable Lola.