Saludo festivo a los forasteros
EL COMERCIO dedicó su portada en el día grande de Gijón al gran número de visitantes que recibía la ciudad hace ya un siglo
Martes, 15 de agosto 2023, 02:28
En Gijón se paraba el tiempo cada verano. Como si así fuera, literalmente, por la llegada de un sinfín de visitantes, a los que por entonces llamábamos, cariñosamente, 'forasteros', la ciudad industrial se rendía durante unas semanas al sector servicios, obteniendo pingües beneficios de ello. Por eso hace hoy un siglo les dedicábamos nuestra portada a aquellos turistas que mejor que nadie, llegados de todos los puntos imaginables, «saben de la independencia y orientaciones de EL COMERCIO, que garantizan la permanencia de un órgano defensor de los intereses generales del pueblo, sin que le rindan ningún género y especie de presiones».
Ayer, como hoy, «Gijón sabe que tiene un periódico que es suyo, pues hartas pruebas ha recibido de ello, y en esto creemos que estriba lo que supone este número por las adhesiones que contiene, y otras muchas más presentaría si la imposibilidad material de ofrecer más páginas no nos hubiera obligado a cerrar la admisión de publicidad, que con la solicitada en estos últimos días habría bastante para otro número como el presente». El especial contó con 20 páginas, en tiempos en que los ejemplares diarios no pasaban de seis, y contaba con sendos reportajes sobre el Banco Gijonés de Crédito, el Puerto local y el pintor Ventura Álvarez Sala. Pero también con otros dedicados a la pequeña industria que fue; inestimables por su originalidad.
Caramelos, conejos...
Hablábamos, por ejemplo, de La Suiza Asturiana, en el Llano Alto, que era «una bien montada fábrica de caramelos, bombones, grageas, etcétera», dirigida por el confitero Ramiro Canal. O de la granja Maruja, de Somió, epicentro del «progreso avícola de Gijón», «disponiendo de 25 días de bueyes de terreno, dedicado parte a los parques de aves y el resto a pasto para el ganado»; con producción anual de 50.000 a 60.000 huevos para el consumo y aproximadamente la décima parte para la incubación. Criaban en Maruja, por cierto, también conejos. Conejos gigantes. Como gigante y variopinto era, también, el crecimiento exponencial de nuestro Gijón.