«La palabra clave no es mina, sino talento»

-A la pandemia hay que añadir que Asturias está en un proceso de cambio productivo. ¿De quién es responsabilidad?

-De todos, de la sociedad que después de no sé cuántos años seguimos hablando de minas y térmicas cuando sabemos que el futuro no va a ser ese. Pasan los años y nos quedamos estancados. La palabra clave no es ni mina ni central térmica: es talento. Tenemos talento y ese talento hay que explotarlo. En vez de centrarse en sectores caducos, hay que pensar en la fuga de talento que ha sangrado la región a nivel demográfico y a nivel de capital humano. Va siendo hora de que cambiemos de estrategia y de orientación. Y también hay que atraer talento.

-También está el precio de la electricidad que el estatuto de las electrointensivas no va a solucionar. ¿Debería haber aceptado el Gobierno central las alegaciones de Asturias?

-Si no fueron aceptadas, será porque hay cierta discriminación. Una solicitud de una comunidad con más peso que nosotros es más aceptada que la que solicitamos nosotros. El problema es que por mucho que uno reclame no vamos más allá porque ambos gobiernos son del mismo color. Va evaporándose porque probablemente no hay suficiente insistencia. En España estamos en un periodo dominado por el sector servicios, y a veces la frontera entre industria y servicios no está clara. Habrá que pensar en que nuestro futuro no sea tan industrial y haya que estar más atentos a lo que ocurra en el sector servicios.

-Los fondos europeos serán una oportunidad. ¿Se aprovecharán?

-Gran parte de los gastos que tenemos en este país son despilfarro porque no son eficaces. No llegamos a cumplir los objetivos que nos marcamos. Habría que aprender por qué no funcionaron los fondos, las razones, e intentar evitar que se vuelvan a reproducir. Veo peligroso el pensar que estos fondos son el maná que de repente nos va a sacar de una crisis sin antes hacer una evaluación de por qué hemos despilfarrado los anteriores.