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Javier García, director de Eurolab, y Marta García, técnica en bioseguridad, con la unidad de generación de vapor y el control remoto del proceso de descontaminación. JOAQUÍN PAÑEDA
Peróxido de hidrógeno para desinfectar las zonas COVID

Peróxido de hidrógeno para desinfectar las zonas COVID

Una empresa gijonesa es la única del norte con esta tecnología que, además de en hospitales, se usó en la descontaminación de mascarillas

LAURA MAYORDOMO

GIJÓN.

Domingo, 7 de junio 2020, 02:35

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A medida que se avanza en la desescalada, la mayoría de los hospitales están recuperando para sus usos habituales los espacios que hasta hace unas semanas ocupaban pacientes con COVID-19. Pero previamente han de pasar por un proceso de descontaminación. Hay que eliminar de esos espacios, pero también de todo mobiliario y material médico que pudiera haber en ellos, cualquier rastro del nuevo coronavirus. Para ello se emplea un sistema de vaporización de peróxido de hidrógeno, el arma que se ha revelado más eficaz para luchar contra este y otros contaminantes habituales en los hospitales.

Precisamente desde el estallido de la crisis sanitaria del COVID-19 la empresa asturiana Eurolab -con sede en el Parque Científico y Tecnológico de Gijón y laboratorio en El Lauredal, dotado de tecnología PCR- ha visto incrementada la demanda de sus servicios. Es la única firma de toda la franja norte del país con la tecnología necesaria para llevar a cabo este proceso de biodescontaminación por peróxido de hidrógeno. En las últimas semanas les han requerido sus servicios en hospitales de varias comunidades, desde Galicia a Cataluña, residencias de ancianos y empresas del sector alimentario.

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La descontaminación se lleva a cabo mediante un equipo de generación de vapor que gasifica el peróxido de hidrógeno. También se emplea una unidad de aireación, que recircula el aire y lo cataliza hasta su descomposición en agua y oxígeno. «El tratamiento tipo puede durar entre las dos y las cuatro horas», explica el director de Eurolab, Javier García. Claro que dependerá mucho del espacio que haya que desinfectar. Así, por ejemplo, una habitación de aislamiento requiere hora y media de trabajo. Tres, si se trata de un quirófano; mientras que una planta de hospitalización puede llevar hasta una semana.

Al descontaminar mediante la gasificación del peróxido de hidrógeno «se garantiza que la penetración es total en los ambientes en los que se genera. La gran ventaja que tiene es que se introduce en el interior de los equipos presentes. Saturamos la estancia con la máxima concentración posible, de un 99,9%. De esta manera, todas las superficies que entran en contacto con el peróxido quedan descontaminadas si tuvieron una limpieza previa», añade García. Es la tecnología más eficaz. También de las más costosas. Depende del tamaño de las zonas en las que se emplee, pero los precios pueden partir de los 400 euros.

Eurolab, que también colaboró en los protocolos de bioseguridad ambiental del H144 -el hospital habilitado en el recinto ferial Luis Adaro-, ha empleado el peróxido de hidrógeno no solo en la descontaminación de espacios sino también en la desinfección de mascarillas para el personal sanitario. Esta aplicación, novedosa, fue muy demandada sobre todo al comienzo de la pandemia, cuando el material de protección escaseaba. El sistema cuenta con la autorización de la FDA, la agencia federal del Departamento de Salud de los Estados Unidos.

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