Coronavirus en Asturias | Ola de peticiones de adoptar, e incluso alquilar, perros en el albergue de Gijón

En el albergue de perros de Serín se han disparado las solicitudes para adoptar a un perrodurante el confinamiento. Algunos llegaron a solicitar su «alquilermientras dure el encierro». En estas instalaciones municipales entran al año 750 animales: 400 son recuperados por sus dueños, 200 permanecen en las instalaciones y el resto son dados en adopción.

«Quiero pensar que es una broma. Los perros no pueden ser utilizados como una salvoconducto para salir a la calle», advertía ayer Alicia Quesada, directora del albergue, sobre el repunte de solicitudes en plena crisis sanitaria. Aunque no descarta que haya habido peticiones con buena intención, que «sin duda evaluaremos», los términos empleados por algunos solicitantes les ha invitado a pensar que solo los usarían por conveniencia.

El papel de los perros ha cambiado mucho ante la crisis del coronavirus. Los primeros días de incidencia del virus se difundió la falsa noticia de que podrían ser portadores, un hecho que no supuso «ningún caso de abandono en toda la ciudad». «Por lo general, Gijón siempre presenta un gran índice de adopción. Somos una ciudad generosa en ese aspecto», puntualizaba ayer Quesada. En la actualidad, en el albergue, viven más de doscientos animales entre perros y gatos.

Aunque la finalidad de estas instalaciones pasa por conseguir el máximo de adopciones posibles, solo si se está catalogado como familia de acogida se podrá adoptar temporalmente a los perros del albergue. Este proceso se realiza con cachorros o animales de avanzada edad.

Durante el confinamiento también se han disparado las llamadas de dueños «en pánico» que viven solos con su mascota y tienen miedo a tener que ser hospitalizados. «Analizamos cada caso e intentamos buscar la mejor solución posible», explica la directora.

Gijón es la quinta ciudad española con mayor censo de perros por habitante. El padrón municipal de diciembre cifraba la ciudad en 273.909 habitantes. A su vez, la actualización de las estadísticas de la base de datos del Registro de Identificación de Animales del Principado de Asturias (Riapa) arroja una cifra de 34.754 perros en el concejo con control veterinario por microchip. La proporción ya es de un perro por cada ocho gijoneses. 1.412 son animales potencialmente peligrosos, en su mayor parte pit bull terrier y american staffordshire.

El 'solarón' alberga cada día a numerosos perros y repetidas son las rondas de la Policía Local para evitar aglomeraciones. «Debemos ser responsables y reducir drásticamente el tiempo que pasamos con nuestros perros en la calle y evitar hacer lo corrillos que solíamos hacer antes», reflexiona Andrés Martínez. Parecen concienciados los dueños de canes pues todos aseguran haber reducido el tiempo de estancia en la calle. Mané Fernández, usuario habitual del parque, mantiene las veces que baja a la calle, pero ahora «me limito a dar una vuelta rápida a la manzana».

En su caso, con un border collie, un can especialmente activo, «noto mucho la ansiedad del perro». «En mi caso no es una escapatoria para salir de casa, sacar al perro es nuestra obligación», sostiene Borja Ordieres, quien lamenta que algunos vecinos de la zona les llamen la atención desde su ventana.

Por su parte, la Empresa Municipal de Servicios de Medioambiente Urbano (Emulsa) de Gijón hizo un llamamiento de «solidaridad» a los dueños de perros. Desde la empresa municipal aseguran haber recibido numerosas quejas vecinales ante el aumento de excrementos no recogidos en las aceras. «Debemos pensar en el bien colectivo», advertía su gerente, Alfonso Baragaño. «O bien por despiste o bien por dejadez, hemos comprobado que las quejas vecinales tienen fundamento».