El parto de una 'influencer' abre el debate sobre el piel con piel en las cesáreas
La Asociación Española de Pediatría recomienda su realización pero la mayor parte de los hospitales no la han implantado
La Asociación Española de Pediatría (Aeped) es clara. El contacto piel con piel de un recién nacido con su madre nada más nacer tiene grandes beneficios para ambos ampliamente demostrados. Aunque su práctica se ha extendido en los últimos años, la asignatura pendiente en muchos hospitales es implantarla tras una cesárea.
El relato del parto de una 'influencer' ha vuelto a poner el acento sobre la ausencia de protocolos en numerosos de centros sanitarios y la necesidad de humanizar los alumbramientos, un tema que ha tomado impulso en el debate político y social después de que la iniciativa de modificación de la Ley del Aborto, puesta sobre la mesa por el Ministerio de Igualdad aluda a la ·«violencia obstétrica».
La joven, que se hizo popular compartiendo divertidos vídeos en torno al embarazo, cuenta entre lágrimas cómo el someterse a una cesárea dos días después de romper aguas y sin que el parto avanzara, le privó de disfrutar del piel con piel con su hijo. «Inhumano, indescriptible», relata, al tiempo que protesta por la falta de empatía de los profesionales que le cosieron tras dar a luz.
Ruxanda, 'alwaysjuntis' en instagram, anuncia que podrá una reclamación oficial para tratar de evitar que más familias sufran la misma experiencia. «No se lo deseo a nadie», asegura, al tiempo que recomienda a las embarazadas informarse del protocolo en caso de cesáreas en el centro en el que van a dar a luz. Su vídeo ha superado las cien mil reproducciones en menos de 24 horas.
Anque organizaciones de salud nacionales e internacionales recomiendan la realización del piel con piel precoz tras los partos vaginales, y también en las cesáreas -siempre que las condiciones de madre e hijo así lo permitan-, numerosos hospitales españoles desoyen la recomendación, una reivindicación detrás de la cual llevan tiempo las matronas.
El abrazo materno en el primer momento de vida permite una adecuada transición del recién nacido, «favoreciendo su adaptación fisiológica a la vida extrauterina con rápida mejoría de la oxigenación, regulación de su temperatura corporal y disminución del gasto energético», según la Aeped.
Además, confiere una mayor posibilidad de éxito de la lactancia materna, aumenta el nivel de oxitocina con efecto antiestrés en la madre y favorece la contractilidad uterina y la eyección de calostro. También mejora el vínculo afectivo entre madre e hijo y facilita el desarrollo de un comportamiento de protección y un sentimiento de capacidad para cuidar al bebé.
Las dificultades
Ya en 2017, los pediatras redactaron un documento en el que consideraban «evidente e imprescindible tomar las medidas necesarias para poner en marcha estrategias que permitan poner en práctica el piel con piel tras las cesáreas». Aún así, reconocían las dificultades de su implantación en quirófano.
¿Cuáles son las principales? El quirófano es un lugar frío y el recién nacido se puede quedar hipotérmico; además, es un espacio aséptico y la práctica puede comprometer la esterilidad. La cesárea es, por otro lado, una cirugía mayor que puede tener complicaciones y el paso del recién nacido con la madre a la sala de reanimación también presenta dificultades
A ello se añade que el recién nacido requiere una vigilancia y no está definido quién es el profesional responsable de valorar la adecuada transición en las cesáreas. Los profesionales que realizan los cuidados de la madre no suelen tener formación en lactancia y la vigilancia del niño se interpreta como un riesgo.
La existencia de todos esos 'peros' enfatiza la importancia de desarrollar protocolos. Aún así, la Aeped concluye que se el piel con piel en la cesárea «es una práctica recomendada, beneficiosa y segura». «No son necesarios medios técnicos especiales, sólo disposición, formación y adecuada vigilancia», apunta.
