Las vacunas de AstraZeneca llegan a las comunidades entre dudas sobre su eficacia

Horas antes de que las autonomías comenzaran a repartir los viales de AstraZeneca entre sus centros de vacunación territoriales, el Gobierno de Sudáfrica anunció que suspendía la inoculación masiva de esta profilaxis tras publicarse un estudio que revela que la fórmula brinda una protección mínima contra las infecciones de leves a moderadas causadas por la variante de coronavirus dominante en el país, aunque sí parecería funcionar en los casos más graves.

El plan de vacunación en Sudáfrica, que va a sustituir los viales de Oxford por vacunas de Pfizer y Johnson & Johnson, preveía empezar a administrar en breve las inyecciones de AstraZeneca a los trabajadores de la salud, tras recibir este lunes un millón de dosis producidas por el Serum Institute de la India.

Precisamente, los expertos del Ministerio de Sanidad y las comunidades acordaron la pasada semana, tal y como había hecho Sudáfrica, usar exclusivamente los viales de AstraZeneca para los trabajadores sociosanitarios, en este caso para los empleados de la salud en activo, pero que no se encuentren en la primera línea de la lucha coronovarius, además de odontólogos. Y eso siempre que no hayan cumplido los 55 años y que no tengan patologías previas, porque el laboratorio tampoco testó su fórmula con personas con problemas de salud.

Pero aun así, algunas comunidades se siguen mostrando muy cautas sobre este compuesto. La Región de Murcia ha anunciado que no empezará a utilizar la vacuna de AstraZeneca hasta que el Ministerio de Sanidad actualice el protocolo. Cataluña, por su parte, anunció que usará los cuestionados viales para inmunizar a policías y bomberos.

España ha sido uno de los países más restrictivos con la vacuna de AstraZeneca. Francia, Alemania, Polonia, Austria, Suecia, Bélgica, Países Bajos, Noruega, Dinamarca, Grecia y este mismo lunes Portugal han impuesto límites de edad, en la mayoría de los casos, los 65 años, para inyectar el compuesto de esta compañía.

La suspensión de la vacunación con AstraZeneca en Sudáfrica, según responsables de Sanidad consultados por este periódico, no va a volver a alterar, al menos por el momento el plan de vacunación que ya se vio modificado la pasada semana, dado que Sanidad esperaba usar buena parte de los 1.810.575 de dosis de la vacuna de AstraZeneca que llegaran este febrero para vacunar a los más mayores. En el departamento que dirige Carolina Darias recuerdan que hasta hoy solo se han detectado en España dos casos de la cepa sudafricana en Galicia y Cataluña.

En el Reino Unido también se escudaron en que la variante sudafricana es minoritaria en Gran Bretaña y que, en cualquier caso, AstraZeneca sí que parece efectiva para los casos más graves. «No hay evidencia de que esta vacuna no sea efectiva para prevenir la hospitalización y la enfermedad severa y la muerte, que al final es lo que buscamos con estas vacunas hoy», explicó el viceministro de Sanidad, Edward Argar. Con argumentos casi idénticos tranquilizó el Gobierno australiano a sus ciudadanos. «No hay evidencia de la reducción de la efectividad de las vacunas de AstraZeneca o Pfizer para prevenir la enfermedad severa y la muerte. Esa es la tarea fundamental, proteger la salud», apuntó el ministro de Salud, Greg Hunt.

Sin embargo, AstraZeneca ha anunciado que ya trabaja en una nueva vacuna que sea efectiva contra la cepa sudafricana y que podría estar lista en otoño. «Es fácil adaptar la tecnología. Este año queremos demostrar que la nueva versión de la vacuna genera anticuerpos que reconocen la nueva variante. Será como trabajar en la vacuna de la gripe», explicó en la BBC la directora del programa de vacunación de la farmacéutica, Sarah Gilbert.

Mientras tanto, Pfizer y BioNTech han anunciado la publicación en la revista científica 'Nature Medicine' de datos procedentes de estudios 'in vitro' que confirman que los sueros de personas vacunadas con su inmunización neutralizan el SARS-CoV-2 con mutaciones clave presentes en las variantes del Reino Unido y Sudáfrica.