«Hay usuarios de La Tejerona que suelen estar en la calle», aseguran los vecinos

La Policía Local reforzará, en coordinación con Cruz Roja y Protección Civil, la seguridad en el pabellón de La Tejerona. Estas instalaciones municipales se han readaptado y se utilizan desde el pasado 20 de marzo para albergar a un centenar de personas sin techo. Sin embargo, las quejas vecinales causadas por el comportamiento de algunos de esos usuarios han hecho saltar la voz de alarma. Según afirman vecinos de Ceares, determinadas personas que actualmente se encuentran acogidas en La Tejerona han protagonizado diferentes altercados e incumplimientos del confinamiento durante la última semana.

«No tenemos nada en su contra, pero no pueden pasarse el día entero en la calle», explica Pilar Ruiloba, presidenta de la Asociación de Vecinos Cruz de Ceares. La representante de la asociación es consciente, al igual que la mayoría de los vecinos del barrio, de que estas personas que habitualmente viven y duermen a la intemperie necesitan un lugar en el que pasar los días de cuarentena. Sin embargo, el comportamiento de algunos de ellos ha generado malestar e incluso la necesidad de presencia policial en las últimas fechas.

«Nos pareció correcta la decisión de que les alojasen en La Tejerona, pero no pueden salir de ahí constantemente. Si los vecinos no podemos estar en la calle, ¿por qué ellos sí?», se pregunta Ruiloba, para añadir después que se ha visto a algunos de estos usuarios «tomando el sol en un banco», mientras que otros «salen a primera hora y solo regresan por la noche».

El conflicto se acrecienta cuando la convivencia no es pacífica. Algunos vecinos acusan a las personas sin techo de «ensuciar los portales». Además, recuerda la presidenta, «si se lo reprochas, son muy mal tomados» y afirma que se produjo una pelea a la entrada del pabellón hace unos días.

Entre los pocos locales que permanecen abiertos en el barrio durante el estado de alarma se encuentra un Alimerka cercano al polideportivo. La encargada de la tienda, Amanda González, comenta que «no se trata de ponerles una cruz y raya, porque estas personas se encuentran en una dura situación». De hecho, explica, si acuden a comprar «no les ponemos ningún inconveniente», pero el problema surge cuando «viene alguno a molestar», y recuerda un caso concreto en el que se creó una situación bastante tensa entre vecinos habituales, que llamaron a la policía, y uno de los hombres que se aloja en La Tejerona.

Más allá de los «problemas puntuales», Manuel Cañete, presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales, insiste en que la FAV «siempre trabajó en la integración social de personas que se encuentran en situaciones más desfavorecidas», y afirma que «en general, los vecinos asumen este caso», aunque reconoce que «se está dando una situación un tanto compleja».

La decisión de reforzar la seguridad en el polideportivo se tomó ayer en la reunión de la Comisión de Coordinación para la Seguridad COVID-19. Durante el encuentro se informó también de que agentes de la Policía Local visitaron treinta residencias de mayores de la zona urbana de Gijón, privadas y públicas, confirmando que no hay contagios en ninguna de ellas.

Por último, se abordó el tema de la música en los balcones y ventanas. En este sentido, la alcaldesa recordó que la flexibilización que ella misma pidió se circunscribe a los períodos del día comprendidos entre las 20 y 22 horas (después del aplauso) y de 13 a 15 horas, durante los vermús del fin de semana. Para el resto del día, dijo, hay una ordenanza vigente que «debemos cumplir».