Los abonados más madrugadores asumen como «normal» el incremento de precio

Antes de que el Sporting anunciase los precios de los abonos para la próxima temporada ya había colas ante las taquillas de El Molinón. Dos horas después de explicar que los precios de las renovaciones se incrementarían «entre cinco y veinte euros» seguía habiéndolas. Concretamente, 35 personas esperaban para reafirmar, un año más, su compromiso con el Sporting. Muchos no sabían aún los precios, pero allí estaban. Y esta vez no hubo susto. «Me subió unos diez euros, lo normal. Todo sube y esto también. Hablándolo con otras personas que estaban dentro, también les pareció normal», afirmó Manuel González, quien lleva abonado cinco años y que acude a El Molinón junto a sus dos hijos.

Tampoco a Manuel Sastre y Rosa María Moro les ha parecido que la subida suponga un exceso. «A mí me subió diez euros y a él quince». Este matrimonio, que se sienta en la Grada Sur creen no obstante que el precio del abono es alto, aunque «si el Sporting sube, es regalado». La sorpresa para ellos llegó con el regalo de un brazalete de capitán para cada uno. «Bromeábamos con que parecían bombones», afirmaron en relación a la caja roja en la que se presenta el distintivo.

José Luis Suárez acumula ya 17 años como socio y hubiera preferido que este año las tasas se hubieran congelado. «Es verdad que pensaba que iba a subir más, había gente que decía que iba a ser un 10%. Pero con las subidas de otros años el abono está muy caro, de lo más caro de Segunda».

Modesto Rodríguez es socio de plata, con más de 30 años gozando y sufriendo en El Molinón. Su asiento en la parte alta de la Grada Este ha subido este año quince euros, un «incremento moderado». Este veterano seguidor del Sporting cree que la afición «está ilusionada» y espera que se supere la cifra de abonados del pasado año.

Quien tenía claro que iba a renovar es Pablo González, que había acudido a la preventa. No obstante, después de conocer los precios no dejó pasar más el tiempo y acudió a El Molinón. «Mi abono subió quince euros. Dentro de lo que cabe, está bien».

El primero de la cola en la mañana de ayer era Roberto Narváez, 'Milinko', conocido aficionado rojiblanco. Pero no fue la persona a la que se le dio el primer carné. Su hijo, Pablo Narváez San Miguel, fue quien abrió la campaña. «Tiene catorce días y estaba inscrito desde el día 1, pero no tenía carné. Así que hoy le renovamos y fue el primero», afirmó el padre del abonado más joven del Sporting, quien acudió al estadio junto a su pareja y madre de Pablo, Andrea San Miguel.