Los abonados podrán acudir a El Molinón durante la obra que plantea Orlegi

Este escenario se recoge y asegura en el proyecto inicial que fue tasado en los 300 millones de euros (330, especificó Martínez Salvador, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Gijón). Lo que está por ver es qué sucedería con otro planteamiento alternativo para remodelar El Molinón y adaptarlo a los requisitos FIFA, y cómo se resolvería esta cuestión, que no es menor. Una obra de semejante calibre se alargaría en el tiempo, sin saber con detalle a cuántas temporadas afectaría, lo que forzaría a buscar fórmulas para esa convivencia.

En este momento, si el proyecto mundialista arranca con el visto bueno de las instituciones, lo que ahora mismo genera interrogantes por la sugerencia del Ayuntamiento de hacer modificaciones sustanciales al boceto inicial, la posibilidad de trasladar los partidos del Sporting a otro estadio no está contemplada. El tiempo lo dirá, pero la idea que existe ahora es la de seguir jugando en el estadio todos los partidos que dure la obra. O el 99% de ellos. Hay muchos factores que influyen en este pensamiento, como el coste que tendría una mudanza temporal a otro estadio o, incluso, la pérdida de ingresos para el club por abonos.

La obra para la construcción del nuevo Molinón, que nacería pegado al actual con el proyecto del arquitecto Fernando Sordo Madaleno, comenzaría a la conclusión de una temporada. Se buscaría así reducir tiempo de influencia en la actividad del equipo y la comodidad de los aficionados. Tal y como está planteado el boceto de Orlegi, la grada que más sufriría sería la Este (esta sería la Oeste en el futuro campo), pudiendo mantener la Tribunona y los dos fondos durante el grueso de la obra. A estas tres partes se podría sumar alguna otra zona, habilitada para albergar aficionados, pero todo está en el aire.

El aforo, evidentemente, se vería reducido por los trabajos, aunque el proyecto asegura que esa cifra cercana a los 20.000 abonados podrían seguir acudiendo al estadio para ver los partidos del Sporting en la Liga. Este planteamiento no es nuevo, inspirándose en el que se siguió en su día para la creación del nuevo San Mamés, que se ejecutó sobre una visión similar, manteniendo algunas de las gradas del viejo campo, mientras se construía el nuevo. Por eso se buscó el asesoramiento de 'Acciona', que emitió un informe detallado del proyecto de San Mamés.

En todo caso, todo este planteamiento está ahora mismo en el aire y no se puede dar por seguro que se vaya a desarrollar así. El Ayuntamiento, propietario de El Molinón, ha planteado sobre la mesa la posibilidad de hacer un proyecto más contenido desde el punto de vista económico, considerando los 300 millones como una cifra disparada y difícil de asumir. Así, se propone el estudio de una nueva vía que garantice la antigüedad del estadio -el decano del fútbol español- y que, además, se fundamente en «adaptar, mejorar y ampliar» El Molinón tal y como se conoce actualmente. Así lo expresó el propio Jesús Martínez Salvador en una entrevista concedida a 'Radio Marca Asturias' esta semana.