El Bierzo se tiñe de rojiblanco

La Mareona clavó ayer su tercera chincheta en su mapa de desplazamientos masivos de la temporada, ras Lugo y Santander, Cerca de dos mil aficionados acudieron a Ponferrada para arropar al Sporting y, de paso, disfrutar de una ciudad convertida en parada clásica en los últimos años. Durante un día, El Bierzo se tiñó por completo de rojiblanco.

El centro neurálgico de la Mareona en su desplazamiento a Ponferrada estuvo en la plaza del Ayuntamiento. Las camisetas y bufandas rojiblancas comenzaron a dejarse notar antes del mediodía con la llegada de los primeros autocares de peñas. La Asociación Hostelera El Reloj, promotora del recibimiento, instaló en el exterior barras de bar y un grupo de música versionó en acústico clásicos del pop-rock hasta que los aficionados iniciaron el camino hacia El Toralín, situado a algo más de dos kilómetros.

El estadio de la Ponferradina registró un lleno casi absoluto. Por la mañana, el club berciano anunció que pondría a la venta en taquilla las últimas cien entradas a partir de las 15 horas, con un máximo de dos por persona. Minutos después comenzó a formarse una cola con mayoría de aficionados sportinguistas. Cuando el autocar rojiblanco llegó a El Toralín -con Babin en la expedición pese a encontrarse lesionado- había cerca de cien seguidores esperando por la apertura de las taquillas.

La afición del Sporting llenó completamente uno de los fondos del estadio, aunque también se dejaron ver seguidores asturianos en otros sectores. Ahora, la Mareona apunta a Riazor dentro de dos semanas para enlazar su tercer desplazamiento masivo de la temporada.