Un caso curioso

En el verano de 1994, con Mariano García Remón al frente del Sporting, la defensa se había debilitado con el traspaso de Abelardo y las salidas de Luis Sierra, Óscar y Ablanedo I. Para la delantera, la venta de Juanele se niveló con las contrataciones de Pier, Lediakkov y Morales. El consejo no escuchó las peticiones del cuerpo técnico, que se había fijado en Onopko, compañero de Lediakhov en el Spartak de Moscú, para equilibrar la zaga. Se les dijo que no estaba en venta. Diez meses después lo firmó el Oviedo.

La irregularidad empezó con la temporada, aunque el primer partido, con un triunfo sobre el Barcelona, El Molinón ya encumbró a Lediakhov. García Remón inició el campeonato con David y Muñiz de centrales titulares y en el centro del campo empezaron Castaño, Saric y Tomás, con el jugador ruso por delante. Una lesión del croata abrió una opción en el centro del campo. Míner, hermano del central David, y 'Caco' Morán eran las alternativas. El primero se desenvolvía mejor por la banda, mientras que el segundo era un medio de referencia que actuaba por delante de los centrales. Era la cuarta jornada y el técnico madrileño se decantó por un jugador más específico para el puesto.

El entrenador rojiblanco, que lo hizo debutar en el Benito Villamarín, descubrió que una de las virtudes de 'Caco' Morán, pese a ser un jugador de corte defensivo, era que acompañaba en las acciones de ataque y tenía desparpajo para intentar el disparo. En las siguientes jornadas, el joven canterano aprovechó las oportunidades y también enseñó sus ambiciones goleadoras. En Logroño adelantó a los gijoneses en busca del triunfo, frente al Albacete inauguró el marcador y ante el Racing anotó de penalti. También marcó en el Sánchez Pizjuán. Así se convirtió en el máximo goleador de un equipo que tenía en sus filas delanteros específicos, como Lediakhov y Pier, que llevaban un gol a esas alturas, y Marcos Vales y Morales, que no se habían estrenado.

Sin embargo, García Remón no se identificaba por tener confianza en los canteranos. Aquella temporada habían dado el salto el portero Ramón y los defensas David, Rogelio Lamar y Marcelino Elena. En el transcurso del curso también contaron en alguna ocasión Dani Bouzas, Dani Díaz, José Manuel Colmenero, Espejo, Tino y Sequeiros. Asimismo, dieron el salto Urbano y Acebal para algún entrenamiento, pero sin llegar a debutar.

García Remón había solicitado un jugador experto para el centro del campo, un cabecero de área que fuera referencia, La llegada del argentino Hugo Pérez acabó con las oportunidades de 'Caco' Morán, quien jugó el último partido del año en diciembre. En el periodo navideño se cerró la contratación del bonaerense, quien participó en 25 partidos, en los que sólo anotó un gol y fue expulsado en dos ocasiones.

El entrenador madrileño valoraba más la experiencia, sobre todo en una campaña en la que el equipo sufrió para conseguir la permanencia, con una línea de dudas que no cortaron las figuras. En la jornada 24, con el equipo metido en descenso, García Remón fue destituido. Lo suplió Carlos García Cuervo, director deportivo, de forma transitoria, para ceder el banquillo a Ricardo Rezza en la última jornada y la promoción, salvada con apuros ante el Lleida.

Antes del final de la competición, 'Caco' Morán sólo intervino en un partido más con el primer equipo. Tras el fichaje de Perico Pérez regresó al filial en diciembre.

Es difícil de explicar que un entrenador prescinda de su máximo goleador. Al final, su cifra de cuatro goles sólo las superaron Pier (11) y Morales (8) con el triple de partidos. En total, 'Caco' Morán sólo fue utilizado en doce encuentros de Liga y en dos de Copa. Seguiría un año más en el filial. Luego le tocó hacer las maletas. Jugó en el Levante, Extremadura, Numancia, Recreativo de Huelva, Jaén y Oviedo. Después inició su trayectoria como técnico. En la actualidad es uno de los analistas del primer equipo del Sporting.