El doble pivote que viene para quedarse

La prioridad del Sporting en el mercado veraniego quedó en nada. El club fue incapaz de incorporar a sus filas al delantero deseado el pasado 1 se septiembre, pero el remedio llegó unos días más tarde en forma de centrocampista.

A petición expresa de Miguel Ángel Ramírez, Roque Mesa se convirtió en rojiblanco para apuntalar el centro del campo. Un hombre con fútbol en sus piernas y con la experiencia necesaria para liderar la medular de un equipo que se había quedado cojo tras las salidas de José Gragera y Pedro Díaz.

Nacho Méndez, Nacho Martín y Rivera comenzaron la temporada con Jonathan Varane en la enfermería debido a un esguince en su rodilla izquierda. Tras la titularidad de Rivera en el primer partido del curso, los 'Nachos' se apoderaron del centro del campo siendo titulares en todos los partidos disputados en El Molinón.

La presencia de Rivera, en Valladolid, la suplió Varane en los otros dos partidos disputados a domicilio por los rojiblancos. El francés fue titular tanto en Ferrol como en Oviedo. Un proceso de adaptación para el futbolista tras haberse perdido un mes de trabajo por la lesión sufrida a principios del mes de agosto.

El estreno de Roque Mesa no se hizo esperar. Fue citado ante el Oviedo, aunque finalmente vio el partido desde la grada porque Ramírez tuvo que realizar un descarte antes del encuentro, pero la semana siguiente ya disfrutó de sus primeros minutos como rojiblanco en la victoria del Sporting del pasado fin de semana ante el Tenerife.

Roque Mesa gozó de poco más de un cuarto de hora en el que dejó detalles de ser un jugador con personalidad sobre el terreno de juego. Precisamente su experiencia y su juego parece que le abrirán las puertas de la titularidad en un futuro cercamp.

A su rendimiento en el centro del campo podría acompañarlo el descaro y la evolución de todo un descubrimiento en Mareo como es Varane. El francés vio cortada su progresión por la lesión sufrida en verano, pero poco a poco gana importancia sobre todo en los encuentros lejos de El Molinón.

La idea de Ramírez pasa por formar un doble pivote en el que se mezclan dos estilos diferentes que empastan a la perfección para comandar la sala de máquinas. Con permiso de Nacho Méndez y Nacho Martín, que han rendido a buen rendimiento, sobre todo el luanquín, Varane y Roque Mesa apuntan a ser la pareja de baile que viene con fuerza para aumentar la presencia de los centrocampistas en la creación de juego del Sporting.