El enigma de Manu García

La llegada de Murilo de Souza plantea un nuevo escenario. Uno en el que Miroslav Djukic podría replantearse su idea y recuperar el 4-2-3-1 o, incluso, ese 3-5-2 con el que amagó hace dos semanas. En esa posibilidad entra de lleno Manu García, al que el serbio no consigue conectar y que parece extraviado en la banda izquierda, en la que ha jugado en los dos últimos partidos. Djukic explicó en rueda de prensa su gusto por alinear al mediapunta escorado, con libertad para irse al centro, pero sus números en esos dos encuentros revelan cierta pérdida de influencia en el juego ofensivo del Sporting, además de un aumento en los problemas defensivos de Damián Pérez.

Entre El Molinón, con la visita del Fuenlabrada, y el partido de Tenerife en el Heliodoro Rodríguez López, Manu García apenas sumó tres regates y un remate, con tres faltas recibidas. Unos números demasiado discretos para un jugador de su perfil y talento, con gusto por el balón y agilidad para revolverse en situaciones de presión frente a los rivales. En total perdió 33 balones en esos dos partidos, confirmando el poco ascendiente que manifiesta arrancando desde esa zona y también, algo que queda en su debe, el gris momento que atraviesa desde los últimos encuentros del año pasado.

Estadística y visualmente, el mejor rendimiento de Manu García, que suma hasta la fecha tres goles y ha repartido cinco asistencias (es el líder en este apartado y también en el de los regateadores, con 39), llegó cuando José Alberto corrigió su planteamiento inicial y comenzó a darle palique en el enganche. Actuando de '10', el Sporting liquidó al Albacete, Almería y al Zaragoza, con un papel definitivo del 'ex' del City, además de vivir por el camino esa semana fantástica con estreno en la sub 21 y martillazo en el Martínez Valero. Pero desde finales de 2019, el canterano ha perdido brillo. Y no termina de enchufarse.

Necesita el equipo y Djukic recuperarle y conectarle al juego, que cobra un sentido especial cuando pasa por sus pies. Y el técnico es muy consciente de ello. Los informes técnicos que hay sobre Murilo lo describen como un jugador específico de banda, profundo, regateador y con una buena pierna izquierda, aumentando en la teoría las posibilidades del serbio, que ha buscado soluciones a los problemas y carencias ofensivas y defensivas del equipo evolucionando y retocando continuamente su dibujo. El de los dos delanteros, sin embargo, dejó alguna duda inicial ante el Fuenlabrada y manifestó poca profundidad contra el Tenerife. Solo la salida al campo de Aitor y, sobre todo, de Pablo Pérez dio chispa al Sporting.

Con Murilo, Manu García podría regresar al enganche, jugando detrás del delantero, con Aitor García en la otra banda, dando más verticalidad al ataque. Otra opción pasaría por retorcer aún más el dibujo, sobre todo ante el momento de debilidad defensiva que se aprecia, y desempolvar esa idea de los tres centrales que se vio en algunos entrenamientos de Djukic antes de jugar contra el Fuenlabrada. En Portugal aseguran que la posición de carrilero no sería nueva para el brasileño, quien ya ha jugado en más de una ocasión ahí. El serbio, en ese sentido, habría cambiado el paso hace unas semanas, apreciando poca profundidad por la banda para conectar con los dos delanteros.